La Secretaría General de Pesca decretó ayer por la mañana el cierre de la pesquería de anchoa en la zona IXa, es decir, en las aguas gallegas al sur de Fisterra. La medida llega después de que la flota cerquera pescase más del doble de las escasas 68,1 toneladas de las que dispone de cuota (un 1,14% del cupo total). "Así no se puede continuar", explican desde el sector.

La resolución de Madrid llegó sobre las 13.00 horas y decretaba el cierre ya para ayer tan solo dos horas más tarde "tras el análisis de los datos actuales de consumo" . "Hay muchísima anchoa por la ría de Pontevedra, en torno a Ons", explicaban ayer los armadores antes de prepararse para salir de nuevo. "Pero a ver qué pescamos, porque es tiempo de sardina, anchoa y caballa y no podemos pescar ninguna de las tres", recuerdan.

Desde la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga), que aglutina al grueso de este segmento de flota en Galicia, ya se esperaban el cierre "porque la cuota era muy escasa". "Volvemos a estar como el año pasado", señaló el portavoz de la asociación, Andrés García, en relación al cierre que tuvo lugar en 2017 en este mismo mes.

Jurel

Por otro lado, el BOE recogió el pasado martes una resolución a través de la que se regula la captura de jurel para los barcos con puerto base en Galicia tanto en la zona VIIIc (de Fisterra al País Vasco) como en la IXa (de Fisterra al Miño). Solicitada por Acerga, la medida regulada por la Secretaría General de Pesca estipula un límite de 7.000 kilos al día para los buques de siete o menos tripulantes. Mientras, para los buques de ocho o más tripulantes el tope será de 1.000 kilos por tripulante enrolado por buque y día. Por otro lado, se fija un tope semanal de 45.000 kilos por embarcación.

Con ello se pretende evitar "una importante caída en los precios" en aquellas épocas del año en que las capturas pueden "ser muy abundantes", según indica Pesca en la propia resolución.