Reino Unido permitirá que la flota comunitaria siga faenando en sus aguas desde la desconexión de la Unión Europea, prevista para marzo del próximo año, y hasta 2021. Londres aceptó el draft transition text (borrador para el periodo transitorio), que incluye esta medida, y la noticia ha sido bien recibida por parte del sector pesquero, que "respira aliviado". Sin embargo, los armadores han mostrado al mismo tiempo la "preocupación" por su futuro. Y es que dos años más no suponen un gran colchón de tiempo para esclarecer las perspectivas de uno de los caladeros más importantes para la flota gallega y, en concreto, la viguesa. Así, los armadores han emplazado a Bruselas a que empiece a sentar las bases de las futuras conversaciones con Reino Unido para negociar los accesos y recuerdan como una prioridad la "adaptación progresiva" a esta nueva realidad que se mezclará con la aplicación de la norma de descartes, que obliga a llevar a puerto todas las capturas desde enero del próximo año.

José Antonio Suárez-Llanos, gerente de la Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI), ha indicado que la noticia ratificada ayer por los dos negociadores del acuerdo entre la UE y Londres (Michael Barnier y David Davis, respectivamente) "da más tranquilidad, porque al menos sabemos a qué nos podemos atener".

A su juicio, "lo importante para la flota sería que el periodo de transición fuese más largo", pero se ha mostrado satisfecho de haber cumplido con uno de los principales propósitos que se marcó el sector desde el comienzo: que la pesca no fuese una moneda de cambio y que "se haya priorizado respecto a los demás temas".

Para Iván López, miembro del consejo rector de ARVI y participante de la Alianza Pesquera Europea (EUFA), lo que es "preocupante" es la negociación a posteriori, en relación al futuro de la flota pasado el año 2021. En ese momento, Reino Unido será un país tercero más con el que la UE tendrá que firmar un acuerdo pesquero. "Será como otro cualquiera, como Noruega o Senegal, salvando las distancias", ha comentado López, que cree que la negociación "se va a producir después de la salida" y que tendrá una doble vertiente, tanto comercial como puramente de acceso pesquero.

En este sentido, Suárez-Llanos opina que las conversaciones para este nuevo acuerdo se asemejarán más al pacto actual con Noruega. Para ello, espera que el punto de vista científico "esté en primer lugar", ya que a su juicio "es algo importante para los dos partes, sobre todo teniendo en cuenta lo que se viene con los descartes y la migración de las especies por el cambio climático".

El presidente de la Asociación de Armadores de Buques de Pesca en el Gran Sol (Anasol), Manuel González, ha indicado por su parte que "Bruselas tendría que empezar a poner condiciones" a Reino Unido de cara a 2021, al mismo tiempo que advertía del peligro de la llegada de más competidores a un caladero tan importante para Galicia.