El carguero gallego Betanzos, de la compañía Navigasa, ya se encuentra "un poco" desencallado del banco de arena en el que lleva desde hace más de una semana frente a Lisboa. Las autoridades lusas llevaron de vuelta al barco a los 10 marineros que había sido evacuados, para intentar ayudar a liberarlo.

Según los medios locales, el remolcador holandés Fairmoun Alpine se está encargando de la liberación del buque, al que ya cortaron el ancla que lo mantenía fondeado en una zona conocida como Bugio.

"El buque ya se desplazó un poco dado por la marea, pero el casco sigue asentado en la parte superior del bajío, lo que no le permite navegar solo", señaló a la agencia Lusa el portavoz de la Autoridad Marítima Nacional (AMN), Fernando Pereira da Fonseca.

Como anunció a través de sus redes sociales la Força Aérea Portuguesa, la tripulación regresó el domingo al barco. Está formada por diez personas, siete de Galicia y tres de otros puntos del país.

El Betanzos está cargado con 130 toneladas de combustible y desde la AMN habían informado de que existía "riesgo" de un posible vertido, aunque fuera "mínimo", debido a que el casco estaba siendo castigado por el mar.