La flota de arrastre y de bajura que captura raya, especie con un alto valor comercial, se ha asegurado la captura de la especie durante todo el año a través de un plan que incluye topes semanales. Con esta medida impulsada desde el propio sector se prevé que los cierres anticipados de la pesquería no lleguen antes de diciembre. La Secretaría General de Pesca publicará una orden en las próximas semanas en la que se establecen tres períodos de pesca con cantidades diferentes para cada flota, reservándose en un principio un 2% de la cuota de 1.338 toneladas que tiene España para intercambios con otros países. "La medida es imposible que satisfaga a todo el mundo, pero se busca el bien e interés general", explica el presidente de las cofradías gallegas, Tomás Fajardo.
La creación de este plan de gestión responde a una petición histórica del sector de la bajura gallega. "Para ello se consultó a todo el mundo y se buscó el mayor consenso posible", comenta el responsable de la Federación Galega de Confrarías de Pescadores. Consciente de que "es imposible satisfacer a todo el mundo", Fajardo recuerda que con la medida se apuesta por el "interés general" del sector.
Hasta la fecha la captura de la cuota de raya se realizaba en una modalidad de pesca olímpica. Es decir, la flota pescaba hasta que se agotaba el cupo. "Nosotros veíamos que llegaba junio y teníamos la pesquería ya cerrada", explica Fajardo. El nuevo plan apuesta por atajar la situación dividiendo en tres períodos la pesca de la raya, comenzando entre los meses de enero y mayo, luego de junio a septiembre y, por último, de octubre a final de año.
En un segundo borrador, creado tras las alegaciones del sector al primero y al que ha tenido acceso este periódico, la Secretaría General de Pesca estipula que el arrastre tendrá unos topes semanales de 750 kilos en el primer período, 150 en el segundo y 600 en el último. En el caso de la bajura, es decir, de la flota de otras artes distintas del cerco del arrastre, los cupos serán de 250, 50 y 200 kilos por semana para cada una de las tres campañas.
Según el texto, la pesquería se cerrará de forma preventiva en cada período cuando el consumo de raya reportado por los diarios electrónicos de a bordo (DEA) y las notas de venta haya alcanzado el 80%.
Polémica
Una de las cosas que se cambió gracias a las alegaciones, es que Pesca ha accedido a no incluir una consideración especial al palangre de fondo, una distinción que, aseguran, no estaba incluida en la propuesta inicial consensuada entre las flotas. Junto a ello, también habían pedido que no se reservara el 2%, pero en este caso Pesca no cedió pese a que, como dijeron desde las cofradías, la cuota "ya es insuficiente de por sí".
La medida, además, llega a tan solo unos meses de la entrada en vigor de la obligación de desembarque, que hará que la flota tenga que llevar todas sus capturas a puerto a partir del 1 de enero de 2019. En este sentido, desde la federación de cofradías han impulsado un proyecto junto al Instituto Español de Oceanografía (IEO) para demostrar la alta supervivencia de los especímenes de raya capturados, de cara a posibilitar su descarte cuando entre en vigor la norma.
