El carguero de bandera española Betanzos, de la compañía Navigasa, encalló ayer a la entrada de Lisboa con diez tripulantes en su interior. El incidente tuvo lugar a la una de la madrugada de ayer, cuando el buque de 118 metros de eslora se quedó sin motor y se fue a la deriva hacia una zona conocida como Bugio, con muchos bancos de arena, donde finalmente encalló.

Según el comandante de la Capitanía local, Gil Coelho, los diez marineros estaban bien y el buque se dirigía de Lisboa a Casablanca, en Marruecos.

Otro incidente tuvo lugar en el puerto de Muxía. En esta ocasión se trata del René Segundo, una embarcación de artes menores que se fue al fondo del mar cuando estaba amarrado en el muelle con un peso muerto y sin tripulación. El hundimiento, que tuvo lugar entre las diez y las once de la noche del lunes, es el segundo de este tipo que tiene lugar en cuatro días tras el del Lusitania Primero en Vigo.

Al estar cargado con 1.500 litros de combustible se desplegaron barreras anticontaminación.