El Gobierno de Seychelles creará una extensa zona de protección marina en el archipiélago que cerrará una parte de su zona económica exclusiva (ZEE) a la pesca en un caladero en el que faenan los atuneros españoles. En concreto, prevén cerrar el 15% de su basta extensión marítima, lo que equivale a unos 210.000 kilómetros cuadrados, una superficie similar al que ocupa Gran Bretaña. Todo ello, impulsado por la organización medioambientalista The Nature Conservancy, que emplea a la anterior comisaria de Pesca europea Maria Damanaki y que pagó parte de la deuda nacional del país a cambio de crear esta área protegida. "Es algo preocupante", comentan los armadores de la flota atunera, seguros de que su actividad "se va a ver afectada" por esta noticia.

En concreto, el acuerdo al que llegó la ONG estadounidense con el Gobierno de Seychelles incluye la compra de 21 millones de dólares (17 millones de euros al cambio actual) de deuda pública. Con ello se prohibirá la pesca en casi un tercio de la reserva, mientras que al resto de la zona solo podrán acceder los pescadores artesanales y no los atuneros, cuya industria reporta 300 millones de dólares (244 millones de euros) al país cada año.

The Nature Conservancy, que emplea a la griega Maria Damanaki como directora global de Océanos, movilizó una serie de donaciones privadas, entre las que se incluye una de la Fundación Leonardo DiCaprio. El ganador de un Oscar, que celebró la noticia a través de las redes sociales, indicó que la medida "servirá de modelo para los próximos proyectos de protección marina en el mundo" y que "ayudará a los seychellenses a proteger su océano para las generaciones futuras". Damanaki, también presente en Twitter, apuntó que es "una gran victoria para los océanos".

La opinión del sector

"Va a tener más problemas la pesca artesanal, pero a nosotros también nos va a afectar", señaló ayer Julio Morón, gerente de la Organización de Productores Asociados de Grandes Atuneros Congeladores (Opagac). A su juicio, la flota se está viendo cercada por este tipo de medidas, que ya afectaron a otros caladeros "como Palau, que cerró su ZEE a la pesca industrial, o Kiribati, que cerró una de las tres ZEE que tienen".

Juan Pablo Rodríguez-Sahagún, gerente de la Asociación Nacional de Armadores de Buques Atuneros Congeladores (Anabac), indicó por su parte que "socios tradicionales como Seychelles están volviendo la espalda al sector europeo". "Cada vez estamos más preocupados por la deriva que tiene la pesca en el Índico", apuntó.

Del 0.04% a 30%

Por parte de Seychelles, el ministro de Medioambiente, Didier Dogley, indicó que la reserva supone "un cambio de paradigma en la manera en la que gestionamos y utilizamos los recursos costeros y marítimos". Así, el país va a pasar de tener un 0.04% de sus aguas protegidas a un 16%, aunque su objetivo es llegar al 30% para el año 2020.

"Este es un logro fundamental en nuestra misión de llevar la conservación a escala en todo el mundo", comentó por su parte el director ejecutivo de The Nature Conservancy, Mark Tercek.