Mohamed Zebdi dice que el caladero marroquí, sobre todo en el sur del país, es uno de los cuatro sitios del mundo con el mejor afloramiento (movimientos de aguas ricas en nutrientes), lo que hace que las pesquerías sean muy productivas. Especialmente en lo que respecta a especies pelágicas (sardina, caballa o jurel), que explota como CEO de King Pelagique. Ha visto crecer la región de Dakhla desde el momento en que tan solo era una zona costera más en la que el agua bañaba las dunas del Sáhara. Hoy, es una potencia exportadora pesquera.
- King Pelagique es uno de los principales grupos pesqueros del país. ¿Cómo trabajan?
- Es la primera empresa en el tiempo de la región y de las más importantes. Somos los que introducimos la pesca de especies pelágicas en fresco. Se descarga, no se congela a bordo, y se transforma. Ahora ya se están implantando más empresas, nuevas, que vienen a la zona.
- Estando tan cerca del mercado europeo supondrá una buena parte de sus exportaciones.
- Es casi el 90% de nuestro negocio. Hacemos casi todo para la exportación, sobre todo de sardina y caballa, las especies pelágicas.
- ¿Cuáles son las cifras de exportación de productos pesqueros del país?
- Marruecos en sí exporta alrededor de un millón de toneladas anuales, que en valor sería aproximadamente casi 1.000 millones de dólares. Pero eso entre todo lo que son productos del mar: fresco, congelado, conserva...
- ¿Y todo ello gracias al trabajo de la flota local?
- La flota es 100% marroquí. Solo que algunos cuentan con inversión extranjera.
- Con todos estos datos, ¿qué supondría que el pacto pesquero entre el país y la Unión Europea no se renueve antes de que expire el próximo 14 de julio?
- A nivel técnico supondría que el pescado de origen de estos barcos de zonas saharianas tendrían que pagar un arancel de entre un o 12,5 y un 15 por ciento. Ese millón de toneladas de exportación se reduciría, no en captura pero sí en cuanto al valor de exportación. Nos quitaría riqueza a la región y al país. Además podría pasar que ya no se compre tanto a Marruecos por la existencia de estas dificultades.
- ¿Es el principal miedo la pérdida de capacidad exportadora?
- Es que los 40 millones de euros que incluyen el acuerdo no representan en sí nada para nosotros, financieramente hablando. Es simbólico. El problema es lo que implica que se lleve a cabo ese tipo de decisiones. Son el otro tipo de relaciones que puede suponer tomar esa decisión, el enfoque que se le da.
- ¿Se refiere a lo dicho en la Comisión Euro-Marroquí en Dakhla sobre que se sienta un precedente peligroso que dañaría las relaciones diplomáticas con la UE?
- Es que se dañarían seguramente porque Marruecos no podría aceptar que no se incluya en el acuerdo a las aguas de estas regiones. El país tiene un mandato de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para administrarlas, se reconoce su derecho sobre estas provincias. Ahora el señor abogado [Melchior Wathelet] quiere anular el acuerdo basándose en una mala administración el hecho de que los recursos no van para esta zona, que hay problemas de derechos humanos y todo ello sin pruebas, sin pisar el terreno. Es una sentencia basada en una opinión que no se sabe de dónde viene. Lo que no entendemos es que este señor haga algo cuando es la ONU la que consideramos que debe llevar estos casos. No debería tener validez la sentencia si finalmente el Tribunal lo adopta.
