Pesquerías Marinenses (Pesmar) solo está pendiente de la Dirección General de Aduanas de Argentina para poder liberar al Playa Pesmar Uno, apresado en la madrugada del 5 de febrero por faenar dentro de aguas argentinas sin permiso. Será el departamento aduanero el que deberá determinar el valor de la mercancía que llevaba a bordo el buque, en torno a unas 320 toneladas, sobre todo de raya, pota, abadejo y merluza. "Solo estamos pendientes de esto. En función de su valor -explican fuentes próximas a la armadora de Marín- se podrá recuperar toda o parte de la mercancía", aunque en Pesmar no son optimistas respecto a la primera posibilidad.

El expediente sancionador tampoco se ha notificado de momento, ya que el coste del rescate del Pesmar Uno dependerá de si se paga o no por la carga de las bodegas. En caso de que la compañía opte por no hacerlo, el pescado saldrá a subasta. "En los supuestos en que se proceda al decomiso de la captura considerada ilícita éste podrá ser sustituido por un importe en dinero equivalente al valor de mercado de dicha captura al momento del arribo a puerto del buque", reza el artículo 53 de la Ley Federal de Pesca de Argentina.

Además de la multa que le imponga Buenos Aires -la ley la fija en una horquilla de entre cinco y 10 millones de pesos, hasta 400.000 euros al cambio actual-, Pesmar deberá abonar también una sanción al Gobierno español, ya que Madrid informó al barco en hasta cinco ocasiones que había entrado en la zona económica exclusiva argentina sin permisos para hacerlo. Además deberá costear los "servicios de remolque, practicaje, portuarios, así como las tasas por servicios aduaneros" generados desde la detención del pesquero.