La del pulpo es una pesquería oscilante, que lo mismo marca un año récord que, sin poder preverlo, sufre un descalabro apenas unos meses después. La campaña que arrancó el pasado julio lo hizo como en el segundo caso, pero con el paso de los meses se está "normalizando". El sector tiene claro que el año a comparar no puede ser el último, cuando sus capturas fueron excepcionales. "De eso nos tenemos que olvidar porque es difícil que se repita. El año a comparar es el anterior", dice José Manuel Rosas, patrón mayor de la cofradía de Bueu. Las descargas rondan las 1.000 toneladas hasta el pasado día 15 de enero, una cifra similar a las de 2016. Y, sin embargo, el precio sigue subiendo y el kilo es una media de tres euros más caro que entonces. Los expertos achacan esta subida no solo a la escasez inicial, sino también al alza que están sufriendo los precios de esta especie en países exportadores como Mauritania y Marruecos, donde superan los 12 euros.
El tiempo de los últimos días del año pasado y este mes no acompañó a los naseiros, de ahí que las capturas entre el 1 y el 15 de enero sean escasas en comparación. "Las condiciones meteorológicas no fueron las mejores; casi estábamos en la normalidad", reconoce Rosas. Los datos de la Plataforma Tecnolóxica da Pesca (dependiente de la Consellería do Mar) reflejan que en lo que va de campaña solo se descargaron unas 36 toneladas menos Galicia, hasta 996,8.
Sin embargo, los precios son más de tres euros más caros, llegando casi a los diez el kilos de media y con máximas que superan los 15. "Esto pasa porque es un año escaso de capturas y porque como en el sur están altos repercute aquí", señala Pilar Otero, de la firma marinense Rosa de los Vientos, que se refiere a la situación de Marruecos y Mauritania: "Los precios están por las nubes". Allí las capturas de Octopus vulgaris tampoco están en su mejor momento y la fuerte demanda está provocando una escalada de precios.
Solo en el caso marroquí el año pasado se marcaron cifras récord. Este mes los precios han seguido subiendo. Ayer el tamaño más grande se pagó allí a 16,5 euros el kilo, mientras que el inferior no bajó de 13,4 euros. Según la publicación especializada Undercurrent News, España es el principal comprador en los ejemplares de mayor tamaño, mientras que Italia se ha fijado en los más baratos.
En Mauritania el pulpo es más asequible, con unos precios similares a los gallegos. Fijados por la empresa de comercialización de pescado del país (SMCP, por sus siglas en francés), el coste de la tonelada de pulpo oscila este mes entre los 10.085 y los 14.400 dólares, es decir, entre 8,2 y 11,7 euros el kilo. "Pero claro, después hay que enviarlo para aquí [son más de 2.500 kilómetros por mar], con lo que los gastos aumentan", confirma Pilar Otero.
Con una situación en la que "vale más un kilo de pulpo que uno de centolla" (como apunta José Manuel Rosas) unido a la fuerte demanda, el acceso a este preciado recurso se hace cada vez más complicado. Incluso "hay quien vende a pérdidas", como señalaban a FARO a comienzos de diciembre traders que trabajan con la especie.
Y lo que es un quebradero de cabeza para los comercializadores, se convierte en una buena noticia para los pescadores. "Los precios son muy buenos, pero prohibitivos", recalca el patrón mayor del pósito de Bueu.
