La decisión de Reino Unido de salir de la Unión Europea trajo consigo un mar de dudas para el sector pesquero gallego, que tiene en el aire el futuro de 140 buques tanto en Gran Sol como en Malvinas. En aquel momento, aparecieron viejos fantasmas: una mala negociación llevó a una pérdida de posibilidades de pesca con la adhesión de España en la UE en 1986. Sector y Administración se empeñaron en recordar a la Comisión Europea que la actividad, en esta ocasión, no podía quedar relegada a las últimas posiciones en las conversaciones entre Bruselas y los británicos. Esto ha dado como resultado la inclusión de la pesca entre las "líneas rojas" de la negociación del Brexit de aquí al 29 de marzo de 2019, fecha de la desconexión. "Esto es lo que queríamos y ahora es oficial", dicen desde el sector.

En el articulado creado como base para la negociación del tratado de salida de Reino Unido se establece un apartado exclusivo para la pesca, al que ha tenido acceso FARO. En el párrafo número 20 (de los 21 que hay) la Comisión Europea habla de la necesidad de "encontrar un procedimiento específico para la fijación y asignación de oportunidades de pesca" durante el periodo de transición anunciado el mes pasado por el negociador europeo, Michel Barnier.

En una rueda de prensa, el francés habló de la necesidad de establecer un periodo que "no debería durar más allá del 31 de diciembre de 2020" en el que se incluirían una serie de disposiciones, entre ellas la pesca. De esta forma, Bruselas busca que la actividad esté ya en el propio tratado de salida, con lo que borra del mapa la idea de una relegación a las últimas posiciones.

Preguntado por esta noticia, Iván López, miembro español de la Alianza Pesquera Europea (EUFA, en inglés, formada por la industria de nueve países), explicó que "es importante que la pesca aparezca especificada y nos gusta ver que está reconocida". Tras felicitar a "todo el sector y a las administraciones española y gallega" por el trabajo realizado para conseguirlo, comentó que la decisión "significa que la pesca está en la base de discusión interna del Consejo" de cara a la elaboración de un nuevo mandato negociador. Está previsto que éste se acabe de definir en marzo, con lo que Bruselas tendrá un año para negociar con Reino Unido el futuro de la flota y de las cuotas.

División en las islas

La premier británica Theresa May busca ese periodo de transición, pero el responsable de pesca de su Gobierno, Michael Gove, opina que la actividad no llegará a tanto. "No es que vaya a estar fuera del periodo de transición, sino que habrá un periodo específico para este tema de nueve o diez meses", indicó, según The Times. Por este motivo, Gove aspira a que la negociación de cuotas del próximo mes de diciembre sea la última en la que participen y en la que se impongan posibilidades de pesca desde Bruselas a su país.

Ante la falta de una posición clara por parte de los británicos (la EUFA ya pidió en octubre una postura a May) y el apoyo de Noruega publicado el pasado viernes por The Guardian a la creación de un nuevo mecanismo para negociar cuotas durante ese periodo de transición de dos años, el sector vislumbra un mejor futuro. "La inclusión en el mandato da mucha fuerza legal a la pesca", señaló López.