La Organización de Palangreros Guardeses (Orpagu) quiere sumarse a la ola de renovación de la flota pesquera en los próximos años. Pero buscan "evitar diseños de hace 30 años" y apostar por la eficiencia energética. Y es que cada buque se gasta al año una media de 400.000 euros en combustible, pero llegó a rozar el millón de euros cuando los precios alcanzaron cotas que hacían insostenible la actividad. Por este motivo han encargado a la firma viguesa VicusDT el desarrollo de soluciones innovadoras para lo que llaman "el palangrero del siglo XXI", un buque capaz de ahorrar hasta un 30% de combustible a través de mejoras en la hidrodinámica, la propulsión y los equipos instalados. "Hay al menos siete armadores interesados en hacer un barco nuevo", indica la gerente de Orpagu, Juana Parada.
La presentación del nuevo diseño tuvo lugar ayer en la sede de Orpagu. Enmarcada en su plan de la organización de productores, la iniciativa busca habilitar opciones para el reemplazo de las unidades actuales de la asociación, tal y como adelantó FARO a finales de agosto (en la que también se citaba al astillero Nodosa, ayer presente en A Guardia). La flota tiene una media de 25 años de antigüedad, como indicó Parada, "las nuevas generaciones ven la necesidad de construir un buque".
Por ello, ayer Adrián Sarasquete y Aitor Juando, de VicusDT, presentaron el nuevo diseño, que redujeron a dos los tipos de palangrero más habituales. En función del arqueo (GT), realizaron dos modelos de 27 y 36 metros de eslora. "Llegamos a esos dos tipos tras analizar una extensa base de datos", comentó Sarasquete, responsable de la firma.
El equipo de VicusDT presentó cambios en las formas de la proa y popa, mejorando la resistencia del bulbo y la entrada de agua a la hélice, unos pasos que "hay que analizar en la fase conceptual y que no supone mayor coste de calderería", explicaron, al igual que la instalación de nuevas quillas.
Junto a ello, proponen instalar hélices de 3 palas que varían entre los 3 metros y los 2,3 de diámetro, con lo que se ahorrarían hasta un 7% por marea. Sumarían también un innovador timón -importante por las maniobras de virado que se hacen con estos barcos-, que también se puede aplicar a los barcos existentes y con el que se ahorra hasta un 5% (con un retorno de la inversión en 2 años).
Paralelamente, el barco también incluiría espacios dedicados a tecnología punta que existe en la actualidad pero que resulta difícil de adquirir por su alto precio, la utilización de fibra de vidrio para construir los barcos -o al menos parte de ellos- o facilitar una mayor ergonomía del puente de mando y la habilitación.
Un 15% más caro
Aunque el barco resulta más caro que uno de los que se hacen en la actualidad (entre un 10 y un 15%, "ahora no bajan de 3 millones"), el ahorro con las mejoras implementadas se encuentra en una media del 20%, llegando a 30% en condiciones óptimas.
Joaquín Cadilla, presidente de Orpagu, indicó que "esta es la primera fase" y reconoció que están "limitados por los GT disponibles" y la falta de "soluciones financieras". "En los 90, con la edad que tienen ahora, habría que hacer ya la renovación", comentó. La idea es llevarla a cabo "a corto y medio plazo", según Juana Parada, que adelantó que "se empezarán a ver en los próximos cinco años".
