Las cofradías gallegas reclaman una gestión trimestral y el establecimiento de topes semanales de raya para 2018 con el objetivo de que los marineros puedan capturar la especie hasta final de año sin que se produzcan cierres inesperados. La flota pretenden evitar que los pescadores se queden sin cupo de raya para la campaña de Navidad debido a que la especie se convierte en complementaria de la centolla durante los últimos meses del ejercicio. El presidente de la Federación Galega de Confrarías de Pescadores, Tomás Fajardo, explica que el sector decidirá el cupo semanal de capturas en función del Total Admisible de Capturas (TAC) que la Comisión Europea (CE) establezca para la especie en diciembre.

La gestión trimestral con cierres provisionales al llegar al 75% de la cuota y la reserva del 30% para el último trimestre fueron dos propuestas que la flota presentó el año pasado para aplicar a lo largo de 2017 y que, sin embargo, no evitaron que el sector superase el 82% del cupo a principios de junio, lo que generó críticas sobre la gestión que la Secretaría General de Pesca hace de la especie. Las cofradías pidieron entonces -quedaban aproximadamente 172 toneladas de las 1.163 de las que disponía España para todo 2017- el cierre precautorio de la pesquería para evitar que se produjese sobrepesca como ocurrió en 2015.

Fajardo incide en que el sector demanda la utilización de la aplicación Gescuota para un control más exhaustivo del consumo de las diferentes especies ya que, según apunta, esto favorecerá que los representantes de los pescadores puedan ser "partícipes" de la gestión y conocer los consumos puntuales para "hacer propuestas". "La idea es que empiece a estar operativa el 1 de enero", explica el presidente de la federación gallega, que apuntó que el sector ya pidió al Ministerio de Pesca que aumente la relación de especies de las que hay datos disponibles en la aplicación.

Los representantes de la flota pesquera de las comunidades del Cantábrico coincidieron durante la última interfederativa celebrada en Burela (Lugo) en la idoneidad de reabrir la pesquería de la especie de forma simultánea con la de la centolla aunque, debido a los trámites administrativos, la flota recibió la comunicación de la apertura el lunes 13 a las 12.00 horas -la centolla reabrió el 12- Según Fajardo, en aquel momento quedaban sin capturar alrededor de 53 toneladas.

La flota dispone actualmente de 150 kilos por semana y embarcación para pescar raya, aunque inicialmente se había barajado establecer un cupo de 200 kilos. La especie es un "complemento importante" de la captura de centolla, que se realiza con miños y trasmallos, y el presidente de la federación gallega recuerda que el sector pide "todos los años" que se reserve una cantidad para cuando se reabre la pesca del crustáceo. "La intención es que aguante hasta finales de año", detalla Fajardo. El líder de los pósitos de Galicia recalca que no solo las artes menores capturan la especie, sino que la actividad de otras modalidades influye en que las toneladas que quedan sean suficientes o no.

Precisamente, el Grupo de Pesca Profesional de Artes Menores pidió a finales de octubre que se realicen estudios para demostrar la "alta supervivencia" de la raya y poder evitar así el amarre de la flota como consecuencia de la normativa de descartes, que prohibe que se tiren por la borda las capturas no deseadas.