El sector de palangre gallego finaliza hoy la reunión anual de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (Iccat) igual que el año pasado, "feliz a medias". Si en aquella ocasión reclamaban un plan de gestión para la tintorera ( Prionace glauca) en todo el océano y solo se consiguió en el norte, ahora trataban de evitar la imposición una cuota cero para la pesca de marrajo dientuso ( Isurus oxyrinchus). Y lo consiguieron, pero a costa de un exhaustivo plan de seguimiento que ratifique la recuperación de una especie que los científicos situaron en un estado crítico pese a la oposición del sector, que calificó el informe de "mal planteado" al considerar las capturas de flotas como China o Taiwan.

El plenario de la Iccat deberá ratificar hoy la decisión adoptada ayer por la tarde en Marrakech (Marruecos) por parte de la subcomisión cuatro. La propuesta de Canadá, Japón y el propio país africano alcanzó el consenso necesario y la suma como coproponente de Estados Unidos y la Unión Europea. El texto indica que la flota que faena en el Atlántico norte -en el sur no se adoptó medida alguna por falta de datos en el informe científico- deberá devolver al mar los marrajos vivos, pero deja "una puerta abierta" a subir a bordo los ejemplares muertos si un observador científico o electrónico verifica su muerte.

Estas medidas será implanta en todo barco que supere los 12 metros. El objetivo es que en 2019 se evalúe si este plan sirvió para recuperar la población de marrajo. "Son condiciones dificilísimas, pero es una oportunidad para demostrar que somos capaces de gestionar la pesquería", explicó Joaquín Cadilla, presidente de la Organización de Palangreros Guardeses (Orpagu), al finalizar el encuentro.

En su opinión la recomendación de la Iccat "traslada una responsabilidad como nunca se vio" al sector, pero indicó que "es necesario cumplir esta normativa". Además de los científicos y la Administración, Cadilla también llama a la coordinación con Portugal y Marruecos, "porque representamos el 80% de la flota" que captura el marrajo.

Juan Martín Fragueiro, gerente de la Asociación de Armadores de Marín, comentó por su parte que "lo positivo es que no hay un total admisible de capturas (TAC)" y que "el impacto es menor al planteado inicialmente", y que en el mejor de los escenarios preveía un tope de 500 toneladas, "que era como cerrar la pesquería".

Por su parte, el gerente adjunto de la Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI), Edelmiro Ulloa, prefirió no comentar la medida hasta que el plenario adoptase definitivamente hoy el informe.

Pez espada

Por otro lado, la gestión de la pesquería de pez espada ( Xiphias gladius) en el norte y sur del Atlántico incluirá una cláusula de flexibilidad que permitirá pasar de un año al siguiente hasta un 15% del remanente de la cuota.