La investigadora Arantza Murillas Maza participó la semana pasada en la lonja de A Coruña como ponente en la mesa redonda Retos da participación do sector pesqueiro nas estruturas científicas e de xestión pesqueira organizada por la Fundación Rendemento Económico Mínimo Sostible e Social (Fremss). Murillas, que trabaja en el centro tecnológico de innovación marina vasco AZTI, destacó la importancia de que el sector, la Administración y los científicos cooperen para lograr modelos de gestión de los recursos adecuados

-¿Participa el sector?

--Sí, lo hace y de forma activa. El hecho de estar en los foros, en las reuniones?; sí hay una participación pero la influencia es limitada. Esto se agrava más cuando hablamos de la representación de las flotas de pequeña escala. Hay muchos motivos para que esta influencia sea limitada. Primero, en los modelos que se usan hay pocos decisores y las decisiones las toman los últimos, no hay mucho margen para influir. Se empiezan a introducir modelos de consulta pero todavía tienen que evolucionar hasta que se llegue a una verdadera influencia. Parece que con consultar y recoger la opinión del sector ya basta y sin embargo hay que evolucionar hacia un modelo de coparticipación, cogestión, decisiones conjuntas?; eso sí produciría influencia verdadera.

-¿Por qué la flota de pequeña escala tiene menos influencia?

--Hay muchísimos factores que hacen que sea especialmente vulnerable. Es muy heterogénea y no existe una definición aceptada que valga para más de un área, por lo que para elevar propuestas a la Comisión Europea es más difícil que tenga fuerza porque tiene más problemas para identificarse. Además, está representada a menudo por entidades pequeñas con muy pocos recursos económicos y humanos.

-¿Es posible llegar a un modelo de cogestión?

--Hoy por hoy es complejo, pero sí funciona el uso de modelos más participativos y el desarrollo de grupos de trabajo en los que estén las tres patas: Administración, investigadores y sector pesquero. Hay mecanismos que no son un verdadero modelo de cogestión pero nos movemos hacia uno en el que se escucha más al sector. Que no sea "hacemos los modelos, cojo los datos y ni lo hablo con el sector".

-¿En qué beneficia a la Administración incluir al sector?

--Los pescadores son los que tienen la evidencia empírica de lo que sucede en el mar, el conocimiento. La Administración suele manejar datos que a veces ni siquiera son realistas. Incluir al sector como parte del proceso hará que esté más de acuerdo con las decisiones. Seguro que si las medidas se toman de forma compartida y el pescador forma parte de todo el proceso, tendrá menos incentivos a no cumplirlas. El grado de cumplimiento de la regulación se incrementaría porque ha participado desde la base.

- ¿Cómo puede incentivarse al sector a que, por ejemplo, acepte llevar un científico a bordo?

--A día de hoy, el único incentivo para participar es cuánta cuota le va a tocar, pero es una visión muy limitada. Otro podría ser la aplicación de la planificación espacial marina. Si conoces en qué zonas captura el sector y qué rentabilidad obtiene, puedes hacer una adecuada planificación teniendo en cuenta todos los usos. Si no sabes nada de los pescadores, las energías renovables o la acuicultura se van a colocar en una zona y después el sector dirá: "Ay no, que ahí estoy pescando yo". ¿Cómo lo sé, si no me lo estás diciendo? Me avisas cuando llega la amenaza. Lo mejor es hacer buenos mapas para situar dónde está la pesca, cuál es el valor en cada zona y así ser fuertes cuando se haga la planificación. Este no es un incentivo de cuota, es uno para que proporcionen buenos datos y lograr que se respeten las zonas donde tradicionalmente trabajan y donde más valor sacan al recurso frente a otros usos marítimos.

-¿Qué porcentaje de participación hay?

--En una escala del 0 al 100, donde el aprobado no está en la mitad porque el nivel de participación tiene que ser bueno, estamos en un 40-45. Hay muchísimo que mejorar.

-¿Y la situación mejora?

-Estamos algo estancados. En un proyecto que desarrollamos también en Galicia hablamos con los agentes tratando de identificar que no es todo cuestión de quejarse de que no tienen cuota, que es lo fácil. Hay que mejorar la situación dando datos y feedback de los modelos a los pescadores o reforzar la capacidad de las organizaciones para que puedan asistir a los foros, incluso la técnica para que entiendan las propuestas. Hay muchos problemas que afectan a la influencia más allá de la gestión de las cuotas y de lo que pase en diciembre con los TAC [Totales Admisibles de Capturas]. Habría que trabajar mucho más con los stakeholders para que interioricen que la gobernanza es un sumatorio de principios. Sin información no se puede participar.

-¿Las aportaciones del sector llegan a las instancias que toman las decisiones?

--Ese es el problema. Tendríamos que ir hacia un modelo en el que los decisores últimos estén dispuestos a ceder algo de poder y a que las decisiones se tomen de forma conjunta. Hay que olvidarse del top down management, la gestión de arriba hacia abajo, e ir hacia un modelo bottom up para que los propios pescadores participen junto con Administración e investigadores, a todos los niveles. Hay grupos de trabajo europeos como el comité consultivo del sur que agrupa a España, Francia y Portugal que es una llave para hablar con la CE. Hay que elevar propuestas que sean compartidas entre todos esos stakeholders.

-¿Y los científicos?

-Suelen estar entre el sector y la Administración, los agrupan. Si consiguen que los pescadores participen y los modelos funcionan mejor, el asesoramiento a las administraciones también mejorará y las decisiones serán más ajustadas a la realidad.

-¿Es extrapolable un centro como AZTI a Galicia?

--Sí, pero hay dificultades. La flota que tenemos en Euskadi es muy pequeña en comparación con la de Galicia. El objetivo es sentarse en la misma mesa sector, Administración e investigadores y crear un buen clima de confianza que surge con el paso de los años cuando ven para qué usamos los datos. Los investigadores no los utilizamos para controlar sino para tener una mejor evidencia de lo que pasa y poder acertar mejor en el asesoramiento de la gestión.

-Se creó una guía de buenas prácticas. ¿En qué consiste?

-Son 60 acciones que permiten, por ejemplo, conocer como avanzar hacia un buen modelo de gestión. La creación de grupos de trabajo es una buena práctica. Cada vez que sale un reglamento o queremos impulsar una propuesta, habría que estudiarla en el marco de uno creado ad hoc para esa materia.

-¿Falló la comunicación?

-La información no fluye adecuadamente desde la CE a través de los comités consultivos, las federaciones o las cofradías. Suele haber un problema de recursos económicos y de tiempo. Es muy difícil hacer un resumen de todo lo que pasa en los comités y que llegue a las cofradías. Se pueden buscar ayudas económicas para reforzar las acciones de comunicación y que toda la información circule, no solo la relativa a la cuota que me toca o los cierres de pesquerías, que conoce todo el mundo. A veces la información no llega de los representantes del sector a los pescadores.