La pesca de merluza en los caladeros occidentales de África se volverá más complicada dentro de diez días. El 23 de noviembre expira el actual acuerdo pesquero que la Unión Europea mantiene con Guinea-Bisáu, un país que se ha convertido en la referencia de la flota gallega y que llegó a acoger este año a 15 de los cefalopoderos expulsados en 2012 de Mauritania. De esta forma la Comisión Europea tiene ese corto espacio de tiempo para evitar la salida definitiva de la flota del caladero, algo que en el sector dan por seguro debido al enrocamiento de las negociaciones por la parte africana.
El 80% de las capturas de la flota cefalopodera gallega -de Marín, principalmente- salen de este caladero, en le capturan merluza y especies demersales. Entre hoy y mañana se celebrará la última comisión mixta sobre el actual acuerdo y en la orden del día tan solo se encuentran los aspectos relativos a la evolución del marco jurídico, las licencias, las capturas...
La última vez que se reunieron ambos países para la negociación de una renovación del acuerdo fue antes del mes de agosto. En aquel momento el intermediario africano planteó unas propuestas que eran inaceptables tanto para Bruselas como para el propio sector, que entendían desproporcionadas las peticiones de Guinea-Bisáu. Entre ellas se encontraba la petición de una contrapartida mucho mayor a la UE (ahora está en 9,2 millones de euros), el pago por tonelada pescada en lugar de por Toneladas de Registro Bruto del barco (TRB) o el tener que realizar las descargas e inspecciones en Bisáu, capital del país.
Tan solo un milagro podría evitar que la flota tuviera que abandonar el caladero. Y ahora, faltará ver por cuanto tiempo, tal y como explicó Christian Rambaud, encargado de las negociaciones para los acuerdos con terceros países en la unidad de Mercado y Comercio de la DG Mare, en una entrevista a FARO el pasado mes de octubre.
Mientras, la flota continúa buscando alternativas para cuando falte este caladero. Además de haber solicitado ayudas a la Secretaría General de Pesca durante los meses que dure la interrupción de la pesca allí, el sector ya se ha movido para aprovechar otras oportunidades como las que ofrece Senegal, con dos licencias para pesca demersal, Marruecos o sobre todo Mauritania, con seis ya cubiertas. Además de estas hay un barco que está faenando con un acuerdo privado en Guinea, país situado justo al sur de Guinea-Bisáu. "Allí en Conakri es una pesca compleja, de merluza y algo de choco y pulpo. El barco está probando", explica el presidente de la Asociación Nacional de Cefalopoderos (Anacef), Francisco Freire, que informa también que en Marín hay cuatro barcos aprovechando que se acerca la interrupción para realizar reparaciones.
