Las cifras publicadas por el Ministerio de Agroindustria argentino revelan que las descargas de langostino continúan al alza, hasta contabilizar 110.453 toneladas en los seis primeros meses del año. La cifra representa un avance del 40,7% respecto a la registrada en el mismo periodo del año anterior. De esta forma, las entregas de este tipo de crustáceos en las lonjas argentinas registradas en los seis primeros meses del año suponen ya el doble de las alcanzadas en el mismo periodo del año 2015. Buena parte de las embarcaciones que se dedican a la captura de langostinos en la costa argentina son empresas de capital gallego (Pescanova Iberconsa, Vieirasa o Galaustral) para las que esta especie se erige como una de las que más rentabilidad genera a su actividad.

El repunte de las descargas de langostino también viene acompañado de un ascenso de las de calamar, que se reponen de un mal 2016, con un rebote del 73%, hasta las 96.553 toneladas en la primera mitad del año. Entre los buques que superan la barrera psicológica del millar de toneladas de este cefalópodo se encuentran el buque Puente Valdés, de Altamare, la antigua filial de Pereira que posteriormente pasó a manos de los dueños de Albo, el grupo chino Shanghai Fisheries, que contabilizó 1.809 toneladas. Es el quinto buque con mayores entregas de calamar en lonja, mientras que el Espadarte, de Profand, se cuela también entre los veinte primeros, al contabilizar un total de 1.652 toneladas.