La Consellería do Mar reabrirá al marisqueo casi 20 años después la parte interna de la ría de Pontevedra al constatar "una mejora en la clasificación microbiológica de las aguas de la zona".

Se trata de la parte interna de la ría de Pontevedra, la comprendida entre Punta Praceres y el muelle de Lourido, que lleva catalogada como zona C --cerrada al marisqueo-- desde 1998. La decisión del Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño supone su paso a zona B. Esto significa que el producto puede comercializarse tras pasar por una instalación depuradora.

El marisco extraído de esta zona es apto para su consumo en fresco, "con todas las garantías de calidad y salubridad", según informó la Xunta, "siempre que se someta a proceso de depuración". Las zonas de producción de moluscos bivalvos y otros organismos marinos se clasifican como A, B o C en función de su mejor o peor situación microbiológica. En el caso de la zona A, los productos pueden acceder directamente al mercado. En el caso de la B, es necesario la depuración, como ocurrirá ahora en el área comprendida entre Punta Praceres y el muelle de Lourido. Por último, en la zona C solo pueden ir al mercado en caso de que vayan para conserva o tras una reinstalación para un proceso de depuración natural.

El marisqueo en la ría de Pontevedra afronta el verano con el menor número de días de cierre de los últimos años. Además de estar a expensas de la toxina, el sector se enfrenta a dos proyectos pendientes desde hace tiempo en la ría: el saneamiento integral y el dragado del río Lérez. El dragado del fondo de la ría, un proyecto de más de tres millones de euros, se ha estancado en los últimos meses por el rechazo de algunas cofradías a depositar cerca de la Illa de Tambo parte de los lodos retirados.