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La pesca en el Pacífico

El palangre vigués encauza el desbloqueo para descargar en puertos chilenos 25 años después

ARVI y Cepesca negocian operar en las instalaciones portuarias de Coquimbo, en el centro del país andino -El objetivo es lograr un acuerdo antes de la renovación del pacto entre Chile y la UE

El palangre vigués encauza el desbloqueo para descargar en puertos chilenos 25 años después

La flota palangrera gallega que opera en el océano Pacífico, formada por una treintena de buques de Vigo y Marín, lleva más de 25 años sin poder operar en los puertos chilenos. Esta situación les obliga a hacer desplazamientos más largos para poder hacer uso de una instalación portuaria, siendo Callao, en Perú, el de referencia para la flota. Ahora el sector parece que ha encontrado un hilo del que tirar para poder desbloquear la situación: una delegación de la Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI) y de la patronal Cepesca se ha reunido con el responsable de la región de Coquimbo, en el centro de Chile, que ha mostrado predisposición para buscar una solución.

"Consideramos que las ventajas son mutuas. Hemos iniciado un diálogo que no se va a quedar ahí", señaló José Antonio Suárez-Llanos, gerente de la cooperativa que viajó junto al responsable de la asociación de palangreros de superficie, Claudio Ibáñez, al encuentro en Madrid el pasado jueves. Junto al secretario general de Cepesca, Javier Garat, se reunieron con Claudio Ibáñez González, intendente de la región chilena, que tiene uno de los principales puertos pesqueros.

"Siempre se habló de los puertos de Arica y Iquique pero Coquimbo es lugar ideal porque es un puerto pesquero. Como armadores nos gustaría más porque al ser pesquero hay otra sensibilidad y trato", remarca el gerente vigués. La ciudad-puerto de Coquimbo se encuentra a 400 kilómetros al norte de la capital, Santiago de Chile y, lo más importante, a 2.000 kilómetros al sur de Callao.

Pese a que son unos "contactos iniciales", ya se ha informado a las autoridades nacionales y comunitaria, mientras que Ibáñez, que se encontraba en una misión comercial en España, hará lo propio en Chile.

De esta forma se busca desbloquear un problema que viene desde comienzos de 1990. En aquel momento, pescadores artesanales de pez espada del país andino protestaron por lo que consideraban una "invasión" de la flota industrial. El Gobierno local optó entonces por imponer unas exigencias a la flota extranjera "insalvable", según explicó el sector, ya que tenían que ver con la petición de datos de pesca confidenciales de las propias armadoras, que no estaban dispuestas a facilitarlos.

Para Suárez-Llanos, las diferencias "se pueden superar con buena voluntad", algo que quieren hacer antes de que se firme la renovación del acuerdo de asociación entre Chile y la Unión Europea, tal y como explicó la propia Comisión Europea a través del director general de Asuntos Marítimos y Pesca (DGMare), João Aguiar, durante su visita a Vigo el pasado junio.

Una treintena de palangreros gallegos pescan pez espada (sobre todo) y tiburón en aguas del Pacífico. Pertenecen a asociaciones como la cooperativa viguesa, los Armadores de Marín o la Organización de Palangreros Guardeses (Orpagu).

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