El sector de la conserva cuenta con una dificultad añadida a la hora de la búsqueda de la fábrica del futuro: tratar con materia prima "viva". De ahí que la entrada de la robótica avanzada en esta actividad se encuentre por detrás que otras como la automoción o la aeronáutica en Galicia. Esta es la barrera que intenta salvar la unidad mixta de investigación (UMI) formada por la patronal conservera Anfaco y el Grupo Emenasa, que ya cuenta con los primeros resultados. Así, han logrado desarrollar un robot capaz de enlatar de forma autónoma gracias al uso de visión artificial.
La máquina, que en estos momentos se encuentra en el Centro de Tecnologías Avanzadas de Investigación para la Industria Marina y Alimentaria (Cytma), fue construido entre Emenasa y la también viguesa Baliño, que también participa en la UMI. Según pudo comprobar este periódico, consta de brazos robóticos, una cinta y el sistema de visión artificial. De esta forma, el robot es capaz de enlatar cualquiera de las especies que trabajan las conserveras a día de hoy de forma individualizada, con la capacidad también de rechazar producto que no requiera las condiciones óptimas para el resultado final.
De esta forma, la alianza anunciada el pasado mes de abril -y adelantada por FARO- estaría cumpliendo con las tres líneas de investigación que se fijó la UMI en un principio: la fábrica conectada, la robótica avanzada y la producción individualizada. De esta forma, se pretende dejar atrás los sistemas tradicionales y el trabajo artesanal y manual que todavía son habituales en las conserveras de la comunidad, ahondando así en la llamada Industria 4.0. El investigador de Anfaco Carlos José Rodríguez explicó en su momento que estos procesos crean elevados costes de insumos, baja eficiencia en los procesos y enormes cantidades de datos que no se procesan.
La UMI está dotada con dos millones de euros, de los cuales el 30% han sido aportados por la Axencia Galega de Innovación (Gain).
Espinas
Por otro lado, desde Anfaco están trabajando codo con codo con Nueva Pescanova en la búsqueda de nuevos procesos que revaloricen los productos de la multinacional pesquera asentada en Chapela. Así, se encuentran en plena investigación ahora de un proyecto con el que buscan la eliminación total de las espinas en el pescado a través de un sistema automatizado.
Estas dos iniciativas se suman a la recientemente presentada junto a Orpagu (cinco nuevos preparados con pez espada y tintorera) y las otras UMI junto a Jealsa (presentada en febrero del año pasado y que busca la innovación en los procesos productivos y la modernización de la producción de mejillón) y Calvo (la Smart Tuna Factory, para mejorar y controlar la producción y comercialización de productos de atún).
