Los cefalopoderos gallegos ya se encuentran listos para regresar, cinco años después, a aguas de Mauritania. Las seis licencias que el país acordó con la Unión Europea para la pesca de merluza han sido cubiertas y solo faltan que pasen por allí a recogerlas antes de empezar a faenar. Algo que, según la Asociación Nacional de Cefalopoderos (Anacef) ocurrirá en los próximos días ante las bajas capturas que se están desarrollando en las últimas fechas en Guinea-Bisáu, el otro caladero de referencia de la flota en África.
"La pesca está floja ahora mismo", indicó Francisco Freire, presidente de la asociación, que también indicó que tienen otro "problema muy serio" que "preocupa a la flota": la renovación del acuerdo pesquero en vigencia hasta el 23 de noviembre.
Durante la última reunión entre los negociadores comunitarios y los del país africano acabó con una ruptura total debido a las altas pretensiones, sobre todo económicas, de Guinea-Bisáu. Tanto es así que a día de hoy todavía no hay una fecha fijada para un nuevo asalto, que tendría lugar en la capital del país. En un principio se fijó una para este mes pero finalmente fue anulada y con tan solo 15 días para que llegue agosto, mes casi de parada por las vacaciones, desde Anacef están preocupados. "Las expectativas son muy serias de que no se renueven", indicó Freire.
Ya cuando acabó la última reunión, desde el sector indicaron que con las exigencias de Guinea-Bisáu más valía no ir a pescar allí, ya que incluye pagar por cada tonelada pescada, descargas e inspecciones allí y un sistema de gestión por cuotas, además de una contrapartida muy elevada para la UE.
Por eso, Mauritania se ha convertido en una alternativa atractiva para los próximos tres meses, aunque la flota se lo toma como "experimental" por la zona de pesca y las posibilidades: 6.938 toneladas de merluza, sepia, calamar y otras especies demersales. Uno de los que van a salir para allí se encuentra ahora en Vigo tras salir de Astilleros Montenegro: el Balamida, ahora en Bouzas.
