La cofradía de pescadores de Redondela se ha visto obligada a contratar a un quinto vigilante para que custodie las playas de la localidad y luche contra el furtivismo en la zona. "Lo contratamos con fondos propios porque prácticamente hay que estar vigilando las 24 horas", lamenta el patrón mayor, Clemente Bastos.

El pósito cuenta ya con tres guardias propios, subvencionados con fondos de la Xunta, y con otro de una empresa de vigilancia. Ahora se suma este quinto integrante, que se unirá a las propias mariscadoras que durante el día custodian los arenales redondelanos.

Según Bastos, existe una quincena de furtivos actuando en la zona, que se turnan y que vigilan el mejor momento para actuar.