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Las claves del "no" de la flota a Guinea-Bisáu

Reclaman el pago de un canon por tonelada pescada y que los buques descarguen en el país

Hugo Barreiro

Los cefalopoderos gallegos lo tienen claro: Prefieren no pescar en Guinea-Bisáu que aceptar las condiciones que reclama el país africano para renovar el pacto pesquero con la Unión Europea. Con Mauritania como espejo en el que mirarse, los negociadores africanos se han enrocado en una posición que la flota ve insalvable al final la cuarta reunión entre ambas partes. Tanto, que las patronales europea y española hablaban ayer un "fracaso". Pero, ¿cuáles son los principales escollos que encuentra "poco realista" el sector? Desde la Asociación Nacional de Cefalopoderos (Anacef) lo tienen claro: el canon por tonelada, las peticiones de descarga e inspección en el país, la contrapartida por parte de la UE y un sistema de gestión basado en cuotas.

Como principal caladero para la flota expulsada precisamente de Mauritania en 2012 -con 15 buques en la zona en la actualidad-, la renovación del acuerdo de Guinea-Bisáu es "prioritario" para la flota, pero "no a cualquier precio". Pese a que el 80% de las capturas de Anacef llegan desde estas aguas, la petición económica se antoja inasumible.

| Contrapartida. Con el país vecino como ejemplo, Guinea-Bisáu quiere acercarse a la contrapartida económica que recibe Mauritania. Este último se lleva 55,7 millones de euros en el acuerdo con la Unión Europa, a lo que hay que sumar la aportación de los armadores. Por eso, han pedido una cifra "desproporcionada" para aumentar los 9,2 millones de euros que reciben en la actualidad. "Es poco realista", según Javier Garat, secretario general de la patronal Cepesca.

| Pago por tonelada. Además, al igual que ellos buscan implantar un sistema de pago por tonelada capturada. En la actualidad los buques que faenan allí pagan desde 256 euros por Toneladas de Registro Bruto del barco (TRB) y año. Si ya la tonelada sale cara en Mauritania en la licencia que utilizará esta flota a partir de julio (70 euros en el caso de la merluza, 90 para otras especie demersales, 250 el kilo de sepia y el de calamar, 575), aquí sería superior.

| Cuotas. De nuevo, igual que hace Mauritania, Guinea-Bisáu intenta establecer un sistema de gestión a través de cuotas. En el caso del país magrebí, la flota dispone de posibilidades para capturar 3.500 toneladas de merluza, 1.400 de calamar y 600 de sepia. El sector prefiere que se mantenga como está en la actualidad, en función de los TRB disponibles (2.900 para pescado y cefalópodos).

| Infraestructuras. Otro de los puntos calientes de esta negociación tiene que ver con un requisito que desde Cepesca y Anacef ven incomprensible: descargar en los puertos del país y pasar una inspección cada marea. Y la explicación es simple: Guinea-Bisáu carece de las infraestructuras y facilidades necesarias para poder llevar a cabo las descargas y las paradas en el puerto. El principal es el de Pidjiguiti, en la capital, Bisáu, y no dispone de los medios necesarios (como por ejemplo, almacenes de frío) para que opere la flota comunitaria.

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