El tratamiento del acceso a los recursos y a los productos pesqueros tras la salida de Reino Unido de la Unión Europea debe ser el mismo, según el catedrático gallego José Manuel Sobrino. Así lo defendió esta semana ante la Comisión de Pesca del Parlamento Europeo, que le encargó que realizase un estudio sobre el "posible impacto" del Brexit en aspectos internos y externos de la Política Pesquera Común (PPC) y que elaborase un marco jurídico de las relaciones futuras entre los británicos y los 27. "Si aceptamos en Europa los productos pesqueros de Reino Unido, ellos deben aceptar nuestros barcos", advierte Sobrino.

El experto analiza en el texto las consecuencias sobre la libre circulación de los pescadores y de las mercancías e indica que los trabajadores que ahora faenan con normalidad en aguas de Reino Unido probablemente tendrán que solicitar visas y permisos de trabajo y residencia para continuar.

La flota también está preocupada por lo que pueda ocurrir con los acuerdos ya firmados con terceros países. "El Brexit va a impactar sobre la actual balanza económica pesquera establecida entre los 27 y Reino Unido, así como entre éste y los diferentes países miembros", indica el texto. Sobrino recomienda que se respeten los principios fundamentales de la PPC y los europeos en otras materias, como el libre movimiento de bienes, personas y capital, en una nueva alianza para minimizar los costes y garantizar la compatibilidad en la gestión de las pesquerías. "Estos acuerdos se regularían ya no por el derecho europeo, sino por el internacional", destaca el catedrático, que espera que se parezcan lo más posible a la situación actual y que se produzca un periodo de adaptación.

"La gestión conjunta de los stocks mediante los Totales Admisibles de Capturas (TAC) deberían, sin ninguna duda, continuar", indica el informe, que destaca la caballa y el arenque -ya sujetos a otros acuerdos internacionales, como con Noruega- como dos de las poblaciones más importantes en valor.

Sobrino prevé una negociación "extremadamente" difícil porque las posibilidades de pesca en aguas británicas van a afectar de forma diferente a los países miembros. En concreto, se analizaron las posibles consecuencias de la salida de Reino Unido de la Unión Europea en Alemania. "Se estudió el caso de la flota alemana porque es de las que más pesca en aguas de Reino Unido, por lo que va a ser una de las que más afectadas resulte si el Brexit conlleva la prohibición de pescar en aguas británicas", indica el experto.

La retirada de Reino Unido de la UE no solo va a impactar sobre las pesquerías sino que, según el texto, reducirá la producción acuícola en la Unión Europea, de la que se estima que los británicos crean el 21%, sobre todo salmón. El tipo de producto exportado a la UE -fresco o congelado, por ejemplo- afectará también a los precios para el productor y para el consumidor porque dependerán de las tarifas de importación y exportación.

Sobrino tranquiliza a la flota e indica que la "fecha crítica" para tener en cuenta los efectos de la salida no se producirá hasta que entre en vigor el decreto de la retirada. "Hasta ese momento, los pescadores seguirán adquiriendo derechos", indica el catedrático.