Cuando la primavera está ya en su recta final los niveles de células tóxicas en las rías gallegas siguen bajando. De este modo se confirma que la transición entre el invierno y el verano está resultando mucho más tranquila de lo que suele ser habitual, para beneficio de colectivos como el mejillonero. Ahora están operativos siete de cada diez polígonos mejilloneros.

Esta situación garantiza el abastecimiento, aunque está por ver, no obstante, si a medio plazo esta ausencia de biotoxinas va a resultar positiva, pues no hay que olvidar que el afloramiento de primavera, cuando la llegada de fitoplancton a las rías es masiva es garante de una aportación de nutrientes que este año parece menor.

En los últimos días reabrieron tres polígonos bateeiros de Vigo y uno de Muros-Noia que estaban afectados por toxinas lipofílicas. De este modo, a día de ayer únicamente permanecían cerrados los dos de Sada, en aguas de Ares-Betanzos, uno en Arousa -el Grove C4-, el de Baiona, dos de los cuatro existentes en Muros-Noia, los ocho de la ría de Pontevedra -esto suele ser habitual- y dos polígonos mejilloneros de Vigo.

Dicho de otra forma, que hay veintitrés polígonos disponibles para la extracción de moluscos bivalvos en los viveros flotantes de Arousa -aunque bien es cierto que el tamaño del producto no es el idóneo en todos ellos-; como también están operativos una decena en la ría viguesa, tanto en aguas de Cangas como en las de Redondela.