El consorcio formado por la Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI), Copemar SA y dos de las principales pesqueras de España, Iberconsa y Pereira, ha avanzado en sus investigaciones para el proyecto Propesca con la elaboración de tres máquinas que facilitan el procesado de pescado tanto a bordo como en tierra. En concreto, las tecnologías desarrolladas tienen que ver con fileteadoras y evisceradoras de especies como la merluza y el calamar para instalar en buques pesqueros, además de una máquina que mejora la conservación del pescado para facilitar su procesado en plantes. Tan solo uno de los objetivos se encuentra en proceso de desarrollo, que es el sistema de clasificación de calamar para la flota que faena en el Atlántico Suroccidental.

Iniciadas en 2015, las investigaciones en estas áreas han dado pasos significativos con la elaboración de la maquinaria, en la que tuvo principal incidencia Optimar Fodema y Grupo Josmar, que trabaja en la parte técnica del proyecto. En Propesca colaboran también centros tecnológicos y de investigación como el CTAG, Cetmar el Grupo Cima de la Universidad de Vigo y el Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición (Ictan) del CSIC.

Iberconsa

Con la intención de "preservar la calidad de los productos pesqueros capturados", Propesca ya cuenta con una innovación en el procesado que se lleva a cabo posteriormente en plantas de elaboración que tiene que ver con la búsqueda de una solución al problema del reprocesado de merluza y langostino. Para ello llevaron a cabo estudios centrados en lograr técnicas de conservación que permitan filetear y elaborar en tierra merluza una vez es descongelada, además de investigar sobre posibilidades de conservación posterior.

Para ello, Iberconsa, que captura principalmente esta especie en Argentina (al igual que el langostino) y Namibia, instaló a bordo "maquinaria para la mejora de la conservación a bordo" desarrollando un prototipo desde cero.

Grupo Pereira

Grupo Pereira, empresa que el año pasado facturó 139 millones de euros, centró su parte del proyecto en el diseño de una máquina de clasificado de calamar, ya que el sistema actual provoca saturaciones al no poder procesar toda la captura recibida por lance en un tiempo suficiente hasta la siguiente virada del arte.

Para atajar esta ralentización del trabajo a bordo, la pesquera está finalizando un proceso que servirá para clasificar de forma automática entre los rangos comerciales que más abundan. Para ello se sirve de una cinta que alinea el calamar hasta que llega a un clasificador óptico encargado de identificar cada ejemplar. De esta forma dirigirá el calamar a una u otra cinta en función del tamaño para luego ser dividida en las bandejas correspondientes.

Pereira forma parte de la flota de 16 buques gallegos que capturan esta especie en el importante caladero de Malvinas. En lo que va de año ya rozan capturas de 40.000 toneladas, récord desde 1995.

ARVI

En el momento en el que se dio a conocer el proyecto -avanzado por FARO en febrero de 2016- se anunció que la Cooperativa de Armadores de Vigo se encargaría de un proyecto centrado en mejorar el eviscerado del rapante (o gallo).

Señalado como "un factor limitante a la hora de la venta del producto", desde ARVI apuntan que los ejemplares tienen que estar limpios y con un corte en el ángulo correcto y de tamaño determinado para que no se devalúe su precio. Solo el año pasado las ventas en lonja de esta especie alcanzaron los 31,1 millones de euros por 7.332 toneladas.

Para alcanzar este objetivo ARVI desarrolló una solución automatizada que facilita el trabajo a bordo, con una parte de corte y otra de eviscerado en línea. Por el momento la parte de eviscerado está completamente desarrollada y cuenta con un prototipo, mientras que la parte de corte está construida pero todavía faltan por ultimar detalles.

Copemar

La también viguesa Copemar, con dos arrastreros y presencia en Namibia y Malvinas, realizó pruebas para crear un equipo capaz de procesar pescados como el marujito y la merluza de pequeño tamaño a bordo. Así, han conseguido desarrollar una solución que permite el fileteado de estas especies pequeñas, aportando valor a dichos productos.

Por el momento han logrado crear una maquina que funciona a la perfección con merluza de menos de 35 centímetros y que esperan que sea adaptable también para poder trabajar con marujito, para lo que todavía quedan unos ajustes por realizar.