El Juzgado de Instrucción número 5 de A Coruña condenó a un mariscador furtivo a un año de inhabilitación y a abonar dos euros al día durante cuatro meses por extraer almeja de forma ilegal en la ría de O Burgo (A Coruña) en 2015. La sentencia, de conformidad, es firme y se emitió el 26 de abril, después de que las partes indicaran que no recurrirían. Se trata de la primera sentencia conocida desde la modificación del Código Penal en 2015, con la inclusión de la práctica de furtivismo como delito. De hecho, en caso de que el acusado no abone la multa, será privado de libertad un día por cada dos cuotas que no pague.

Agentes de la Policía Autonómica de Galicia interceptaron al acusado el 14 de agosto de 2015 en la ría coruñesa de O Burgo cuando se disponía a cargar con 40 kilos de almeja que había recogido de forma ilícita. El hombre carecía de la autorización administrativa para marisquear y cargaba con más del doble de producto permitido a los mariscadores, que tenía un valor en aquel momento de 1.088,4 euros. El furtivo extraía marisco a pie del arenal, por lo que los agentes le decomisaron un raño que sí permite usar la ley en caso de que la recogida de marisco se lleve a cabo desde una embarcación. Además, le incautaron un traje de neopreno y una plancha de porexpan.

El acusado, de origen brasileño, no tenía antecedentes, por lo que fue condenado "por conformidad de las partes" por un delito contra la fauna a abonar una multa de dos euros diarios durante cuatro meses, es decir, 240 euros. La sentencia establece que el condenado será encarcelado durante una jornada por cada dos cuotas que deje de pagar y le impone una inhabilitación especial para el ejercicio de la caza, la pesca y actividades de marisqueo.

El furtivo no podrá llevar a cabo ninguna de estas actividades como medida de seguridad durante un año, que comenzó a cumplir el pasado día 26 y finalizará el 25 de abril de 2018.

Los mariscadores de O Burgo lamentaron a finales de 2015 que fue un mal año debido a los cierres -en el primer trimestre sufrieron tres, uno de ellos de un mes- y a la alta mortalidad de la almeja, que alcanzó el 20% y que condicionó que no consiguiesen llegar al cupo máximo de capturas, mermado también por la presencia de los furtivos. Precisamente en 2015 una reforma del código penal tipificó el furtivismo como delito penal y no como falta.