La Consellería do Mar ha anunciado que la veda del pulpo comienza hoy a partir de las 16.00 horas y el sector ya está haciendo balance de la campaña, que comenzó en julio del año pasado. Un período en el que los naseiros descargaron 2.939 toneladas. "Un año muy bueno" que vino acompañado de precios todavía mejores, puesto que el valor alcanzado por estas capturas superó los 18,4 millones. Esto deja como resultado el mejor resultado desde 2010 para los pescadores gallegos.

La prohibición para capturar pulpo estipula que las capturas desembarcadas hoy podrán ser comercializadas también mañana en las lonjas que tradicionalmente venden el género los sábados. Así, hasta las 5.00 horas del lunes 3 de julio el sector no podrá capturar ni un solo pulpo, por lo que estos últimos días la industria se está haciendo con los últimos ejemplares, cuyo precio está por las nubes. No en vano, el precio máximo este curso superó los 12,6 euros el kilo y la media se situó en 6,7.

"Es que además de ser una buena campaña en cuanto a capturas, los precios también fueron muy buenos", explicó José Manuel Rosas, patrón mayor de la cofradía de Bueu, una localidad que, tradicionalmente, se erige como uno de los principales puertos para descargar pulpo. Allí en este campaña llegaron 325 toneladas, que fueron superadas sin embargo por Vigo, con 369 toneladas, y por Ribeira, que encabeza la lista en Galicia con 441 toneladas. Entre las tres suman 1.135 toneladas, algo más de un tercio de las descargas totales en la comunidad, según los datos registrados por la Plataforma Tecnolóxica da Pesca.

Una vez superado el 3 de julio y hasta el 30 de agosto, las embarcaciones que participen en la campaña podrán capturar un máximo de 30 kilos por barco y día. A esta cantidad se sumará otros 30 kilos por cada tripulante hasta un máximo de 210. A partir de septiembre el cupo máximo ascenderá a 50 kilos por embarcación y día y otros 50 por marinero a bordo, hasta un máximo de 350 kilos. Estas medidas se engloban dentro del plan experimental del pulpo 2017/2018 que consensuaron la Consellería y el sector.

Rosas señaló por su parte que el sector ya está mirando con "preocupación" a la próxima campaña y no por el plan. Y es que, como dice el de Bueu, después de una campaña buena "entran temores" por si en la siguiente hay un bajón. Aunque, para eso, habrá que esperar al menos al verano.