El recién elegido presidente de la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores, Basilio Otero, alertó ayer del "problema gravísimo" al que se enfrenta el sector ante la falta de relevo generacional, especialmente entre los armadores y puestos de mando de los barcos. El también patrón mayor de Burela aseguró que la continuidad de la pesca en España está en peligro por la avanzada edad de los responsables de las empresas ya que, en el caso de los tripulantes, los trabajadores se "buscan donde sea" y se encuentran, nacionales o extranjeros. "El problema está en tierra, los armadores se jubilan, venden su barco y sus hijos no siguen", según el presidente de la FNCP, quien reconoce la dureza de la faena en el mar.

"Si no hay empresas, no hay marineros, y es triste en una potencia pesquera como España", lamentó Otero, que atribuyó la ausencia de jóvenes a la falta de capturas. Además de la dureza del trabajo en el mar y de las largas jornadas cuando el barco vuelve a puerto por los trámites administrativos, el líder de los pósitos denunció que la regulación de la formación está obsoleta.

Otero destacó que el sector fue "refugio" durante los años de la crisis económica para los trabajadores que se habían ido a la construcción y sostuvo que los problemas con las cuotas son el principal escollo para los barcos al obligarlos a estar amarrados seis meses al año.

El también líder de las cofradías lucenses denunció que las normas de la UE contra los descartes de pescado podrían "matar" al sector si se imponen las exigencias con las llamadas "especies de estrangulamiento" -para las que el barco tiene un cupo escaso- en 2019.

Preguntado por las intenciones del Gobierno de revisar el reparto nacional de la pesca, Otero afirma que "habrá que mirar los criterios adecuados", pero, en cualquier caso, tal y como está ahora "no funciona", pues algunas provincias "no agotan" sus cuotas anuales, mientras que en otras los barcos pescan "solo unos días".

Como ejemplo, citó la caballa (verdel o xarda), donde la flota de artes menores (distintas al arrastre o cerco) de Asturias o Galicia utilizó su cupo en seis días (en Pontevedra) o entre los 12 o 17 días en otras provincias; por el contrario, en Cantabria y en el País Vasco aún continúan la campaña.