La campaña de pota ( Illex argentinus) en aguas argentinas vive un momento difícil de asimilar para los pescadores. Pese a haber superado en un 32% las descargas registradas en todo el año pasado (hasta 75.000 toneladas frente a las algo más de 56.800 de 2016), los buques que participan en la zafra -una quincena de ellos gallegos- están pescando entre 5 y 10 toneladas al día desde finales de marzo, lo que genera "inquietud" entre una industria local acostumbrada a rondar las 30 diarias desde que se inició la campaña el pasado 18 de enero.

El Consejo Federal Pesquero (CFP), pese a que intentó dilatarlo, habilitó las aguas de la zona norte del país sudamericano (por encima del paralelo 44º) para la pesca de la pota desde el pasado día 7. Los pocos barcos que se adentraron volvieron con unos resultados escasos según recoge el medio local Pescare, que señala que unos siete buques exploraron la zona y consiguieron entre 5 y 7 toneladas diarias, siendo además ejemplares pequeños. Mientras, en el sur los barcos capturaban con suerte hasta 10 toneladas, si es que no regresaban de vacío. Existe, por lo tanto, una "falta de continuidad" que afecta a una campaña que comenzó con muy buenas perspectivas, rozando las 30.000 toneladas hasta febrero, el mejor dato registrado desde 2013.

Según explican tanto científicos como armadores, los buenos resultados del inicio de año se debieron al desovante de verano, motivo por el que se decidió una apertura temprana de la costera. Más tarde, los 67 poteros que participan se encontraron con el conocido como stock sudpatagónico (entre la semana ocho y la diez desde el inicio de la campaña), para luego sufrir el naufragio en las capturas a finales de marzo. Viven una situación para la que, por el momento, no encuentran explicación, lo que hace recordar la alarmante escasez de la especie el año pasado debido al fenómeno meteorológico El Niño.

En lo que respecta a los precios que alcanza la especie de cara a la exportación por parte de la industria gallega, este medio intentó conseguir una aproximación sin éxito. Y es que varias de las industrias que se dedican a la elaboración a partir del calamar se están centrando en la especie llegada desde Malvinas ( Loligo), cuya pesquería vive una situación de normalidad, ya que la flota gallega que faena en su caladero, formada por 16 buques, captura unas 500 toneladas diarias.

Langostino

Por otro lado, desde el CFP esperan que el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (Inidep) ofrezca mañana los datos de la campaña científica realizada a bordo del Bogavante Segundo, de Iberconsa, sobre la pesquería de langostino.

Además, el Consejo se encuentra perfilando una prospección en la que participen varios buques comerciales, para evaluar así la presencia de concentraciones de langostino accesible a las redes de los tangoneros. Para ello, mantendrán una reunión con técnicos del Inidep. El año pasado esta campaña tuvo lugar a finales de mayo.