Los armadores gallegos quieren poner fin a la veda a la pesca de merluza mediante arrastreros de litoral en un área comprendida entre cabo Vilán y cabo Ortegal, en A Coruña. La patronal Cepesca, a través de la Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI), reclamó esta y otras medidas para ser incluidas en el nuevo reglamento de medidas técnicas que se está negociando en el seno de la Unión Europea. En caso de no poder reabrir esta zona, vetada cada año entre el 1 de octubre y el 31 de enero, esperan que al menos los buques que no se dedican en exclusiva a esta especie puedan faenar allí.

En una reunión organizada por la patronal europea Europêche la semana pasada con miembros del Parlamento Europeo (entre ellos el español Gabriel Mato, miembro de la Comisión de Pesca) y de la DG Mare, el gerente adjunto de ARVI, Hugo González, ejerció de representante de Cepesca junto a Jérôme Jourdain, de la Union des Armateurs á la Pêche de France, y Mario Ferreti, de la Alleanza Cooperative Italiane.

Durante su intervención, González hizo referencia a la necesidad de hacer estudios para ver cómo está el stock sur de merluza, si bien cree que es necesario "que deje de existir la veda o que haya un acceso restringido". La idea es que puedan acceder solo los que capturen un promedio del 8% de sus capturas, es decir, que no sean propiamente merluceros.

Por otro lado, también trataron otros temas como las propuestas de incremento de las dimensiones de las mallas para arrastreros y volanteros tanto en aguas ibéricas como de Gran Sol, un tema "preocupante" que podría rebajar un 50% las capturas de rapante (o gallo), como ya publicó este periódico.

También relacionado con el arrastre, se trató el lenguaje empleado sobre este arte en las comunicaciones (incluso en reglamentos) oficiales, "casi siempre negativo" y "sin que se tenga en cuenta el esfuerzo del sector por mantener y crear riqueza en zonas costeras, empleo, y aportación de alimento de origen a la población del planeta".

De igual forma, también se discutió la propuesta "difícil de alcanzar" de capturar como máximo un 5% de especies de talla inferior a la reglamentaria, además de la "preocupación" por los incrementos en las tallas mínimas de algunas especies y por el establecimiento de vedas en tiempo real como herramienta de gestión de las pesquerías.

Relacionado con los descartes, González resaltó "las dificultades que ocasionará esta política" al sector con respecto a la posible reducción de poblaciones de aves marinas y especies carroñeras de fondo.

Según el gerente adjunto de ARVI, tanto los europarlamentarios como los miembros de la DG Mare "tomaron nota de las propuestas y preocupaciones", explicaron que serían analizadas "con sus respectivos equipos y con los Estados miembro".