Un día duró cerrada la pesquería de xarda (o caballa) para la flota de artes menores de Pontevedra y un día más durará abierta. La Secretaría General de Pesca ha concedido una jornada más de faena a los barcos con puerto base en la provincia que participan en la campaña del Cantábrico Noroeste con un tope de 2.500 kilos por embarcación. Todo ello cuando la flota que se desplazó allí estaba, en su mayoría, regresando para puerto tras el cierre anunciado el lunes. "Están jugando con nosotros", lamenta uno de los armadores que, en el fondo, fue de los afortunados, puesto que otros ya habían sobrepasado Fisterra y no les compensaba volver para una jornada más.

La Federación Provincial de Confrarías de Pontevedra solicitó la reapertura "tras el recuento realizado de los datos de consumo de sus embarcaciones", proponiendo ellos mismos el topes de captura de 500 kilos por tripulante y un máximo de 2.500 kilos por embarcación. Horas más tarde, el departamento que dirige Alberto López-Asenjo dio el visto bueno y procedió a la reapertura desde la medianoche de hoy.

Muchos de los armadores ya se encontraban regresando por tierra o por mar e incluso algunos ya se encontraban en casa cuando recibieron la noticia, por lo que el enfado fue mayúsculo. "Juegan con nosotros todo lo que quieren y más", se quejaba un marinero que participa en la campaña, que aseguraba que sus compañeros "están que echan fuego", aludiendo al malestar general de los armadores que se dedican a la pesca dirigida de la especie.

Sin embargo, la campaña, que ya comenzó con polémica por la división de la gestión conjunta de la cuota gallega para esta flota, gozó de buenos días de pesca. "Hay mucho pescado y los precios no fueron malos del todo", señalaron.