La costa africana ha sido escenario, en el último lustro, de varios naufragios de barcos con tripulación gallega en los que se han visto implicados marineros de O Morrazo. Entre los más recientes están los del palangrero guardés Rías Baixas Un, que se hundió a unas 500 millas de Cabo Verde en octubre de 2013 por una vía de agua cuando se dirigía a puerto cargado de pez espada, aunque sus diez tripulantes -entre ellos el cangués Alberto Fontán, patrón de pesca- fueron rescatados y salieron ilesos. Menos suerte tuvieron cuatro de los tripulantes del pesquero Amabal Uno, que se hundió a principios de diciembre de 2012 en aguas de Mauritania por un golpe de mar, aunque pudieron salvarse los dos morracenses que iban a bordo, el marinense Eugenio García y el moañés José Manuel Rúa, vecino del barrio de O Redondo. Aunque lograron salvar sus vidas, las secuelas psicológicas de los náufragos tardan mucho tiempo en cicatrizar.