El vigués Daniel Voces lleva ejerciendo desde diciembre como director general de la patronal pesquera europea, Europêche. Desde esa posición observa cómo legisla la UE sobre esta actividad y observa como las ONGs buscan poner límites al sector, a veces de forma incomprensible para la industria. Un puesto importante que concentra el peso de toda la flota en el capital comunitaria.
-¿Cómo lleva un vigués estar al frente de Europêche?
-Con mucha ilusión. En Vigo no somos lo suficientemente conscientes de la importancia que tiene el sector y el mar. En Bruselas diciendo que eres de Vigo tienes mucha relevancia por la importancia socioeconómica del sector y los beneficios que reporta a la ciudad.
-¿Qué trabajo desempeña?
-El día a día se basa en establecer relaciones con la Comisión Europea, el Parlamento y el Consejo, así como en el Comité de las Regiones y el Comité Económico y Social. Básicamente lo que hacemos es mantener contacto actuando de plataforma de comunicación representando a nuestros asociados.
-¿Podemos decir que el sector está bien representado?
-Sí, porque los principales países con intereses en pesca pertenecen a nuestra organización. Hay otros como Portugal o Irlanda que no están, pero entiendo que la pesca es un sector diverso y es difícil tener a todo el mundo a bordo. También es fundamental en la defensa del sector la labor de organizaciones como ARVI y Cepesca, con la que compartimos presidente, Javier Garat.
-¿Es este el "lobby" pesquero?
-La única organización europea representativa del sector pesquero de captura es Europêche. Es verdad que hay otras que defienden a la industria o que dentro de sus miembros se encuentran universidades, puertos, etc. Como puede ser el caso de Blue Fish.
-¿Sirve entonces de contraposición a la fuerza que ejercen las ONGs en Bruselas?
-Creo que sí, sobre todo se ve en las redes sociales como Twitter, en la que el punto de contraposición con las ONGs lo hace Europêche. La verdad es que tenemos un rol muy activo.
-¿Y los medios son iguales a los que tienen ellos?
-Nuestro presupuesto se ve ridículo si los comparamos con los de las ONGs. Sobre todo en el caso de PEW, que está basada en Estados Unidos y cuenta con una financiación millonaria. La diferencia es muy grande. Además de recursos financieros también el personal, que es lo que echamos un poco de menos, el poder tener un equipo con varias personas especializadas en diversos ámbitos. Es decir, tener un equipo grande en Bruselas como, por ejemplo, el que tienen para Agricultura, que es de 50 personas. Cada ONG dispone de 5 o 6 personas de media y como hay 15? la diferencia es notable.
-¿Están entonces en una situación de "indefensión"?
-No diría que es de indefensión pero sí que tenemos problemas para hacer llegar nuestros planteamientos y posiciones a las instituciones. Sin embargo sí que agradecemos mucho las contribuciones que hacen los gobiernos de España, Francia, Italia u Holanda, que pujan mucho por el sector, así como las de los eurodiputados, sobre todo los españoles.
-¿Es por estos motivos que salen reglamentos complicados de entender como el veto al arrastre?
-Claro. La Comisión Europea lanza reglamentos muchas veces siguiendo puntos de vista de las ONGs , que son los que les señalan ciertos problemas. Les hacen caso a ellos y no tanto a la industria. Vemos además que siempre es el sector de la pesca el que paga el pato.
-El sector ya dice que en Bruselas "legislan desde el despacho"?
-Puede ser. Para enterarse de lo que pasa en las diferentes regiones lo que hacen es un estudio de impacto, una consulta pública... El sector se ocupa de pescar y es difícil atender a todas las consultas públicas que lanza la Comisión. Muchas veces los datos que les llegan no reflejan con la realidad y sacan una legislación que o viene desfasada o no tiene que ver con lo que hay.
