La flota que faena en aguas lejanas se siente perseguida tras el resultado de la votación de ayer en Estrasburgo. Como adelantó FARO en la edición digital, el Parlamento Europeo (PE) dio el visto bueno -con 586 votos a favor, 56 en contra y 6 abstenciones- a la normativa que regula los permisos de pesca para los buques que faenan en aguas no comunitarias, incluyendo también los acuerdos privados entre armadoras y terceros países. Según el sector, la reglamentación da un paso de gigante con la aprobación del PE y de esta forma aumenta la burocracia para las empresas, además de incluir la penalización de un año sin pescar de forma clara -no como en la normativa publicada en 2008- si se ha cometido una falta grave los 12 meses previos a solicitar la licencia, calificado como una "doble penalización" por la flota.

El vigués Daniel Voces de Onaindi González, director en funciones de la patronal europea (Europêche), se pregunta por qué a otros sectores productivos no se les pide lo mismo que al pesquero. "No nos gusta la creación de un registro electrónico público, que tendría tantos datos privados de las empresas y los armadores", indica Voces.

A su juicio, la "carga burocrática" adoptada ayer por el PE agrava la que en su día propuso la Comisión, "incrementando la exigencia y va más allá de lo que se puede pedir a cualquier empresa". Se refiere Voces a una lista que contendría datos sobre el número de la Organización Marítima Internacional (OMI) asignado a cada barco, sobre la empresa y el beneficiario efectivo, el tipo de autorización y las posibilidades de pesca.

Por otro lado, el vigués también resalta enmienda 30 con la que se imponen esas sanciones de 1 año sin pescar si se comente una falta grave. "No existe homogeneidad en las normas que aplican los países y tampoco entre las flotas europeas", ya que según el director de Europêche, de esta forma "se perjudica solo" a la flota que opera en aguas lejanas. "Con la normativa de España un barco se puede quedar sin licencia de pesca solo por haber contado mal las cajas o por etiquetar mal de forma accidental un producto. No es justo", sentencia Voces.

Polémica

La ponencia de la normativa corrió a cargo de Linnéa Engström, de los Verdes, cuyas palabras para The Guardian sentaron mal al sector. "Sabemos que tenemos mucha pesca ilegal, que está vinculada a otras actividades delictivas como el lavado de dinero y la evasión de impuestos. La resistencia ara la limpieza de todo esto es enorme porque la industria tiene buenos lobbistas. Pero esto tiene que parar", proclamó Engström.