Los buques cefalopoderos que fueron expulsados de Mauritania en 2012 esperan volver a faenar en aguas del país africano en el segundo trimestre de este año. Después del acuerdo alcanzado a mediados de noviembre para crear una nueva categoría que de acceso a estos buques congeladores para pescar merluza, los armadores están a la espera de que la Comisión Europea finalice el procedimiento interno del acuerdo ratificado entre la UE y el país magrebí para apostar por una de las nuevas seis licencias otorgadas.

Desde la Asociación Nacional de Cefalopoderos (Anacef) aguardan de esta forma que en las próximas semanas esta nueva modalidad de pesca sea aplicada y los barcos, hoy dispersados en otros caladeros, puedan optar a estos permisos de pesca tras el acuerdo firmado el 16 de noviembre pasado. En la actualidad, tres de estos barcos se encuentran ya faenando en aguas mauritanas, si bien lo hacen como buques fresqueros bajo otra modalidad que algunos emplearon a la espera del esperado acuerdo con el país africano.

Y es que la llegada de esta modalidad, pese a que se aleja de las pretensiones de la flota de volver a pescar pulpo -idea abandonada ante la persistente negativa desde Nuakchot, capital mauritana-, viene a dar un paréntesis de paz a una flota castigada desde la expulsión hace unos cuatro años y medio. Desde entonces, de los más de 20 cefalopoderos hoy solo quedan 13, que se fueron repartiendo por otros caladeros.

Entre ellos, por ejemplo, se encuentran los tres congeladores que actualmente faenan en Marruecos (país para el que hay disponibles cinco licencias) pescando especies demersales, principalmente merluza. Allí estaban faenando también otros tres barcos como fresqueros, que en este trimestre se han desplazado a aguas mauritanas. A ellos hay que sumarlos los que optan por pescar en aguas de otros países como Angola o Guinea-Bisáu.

Las nuevas licencias para Mauritania incluyen además de 3.500 toneladas de merluza, un 25% de otras especies demersales, 1.400 de calamar y 600 de sepia. Eso sí, desde Anacef se quejaron en su día por los altos cánones fijados por tonelada.