La flota pesquera europea registró unos beneficios netos de 770 millones de euros en 2014, más de un 50% por encima de las ganancias del año anterior -500 millones-, según el informe anual oficial elaborado por la Comisión Europea, que también prevé "beneficios record" hasta 2016. Así, los buques pasaron de tener pérdidas en 2008 a lograr beneficios seis años después.

Los ingresos totales de la flota alcendieron a 7.250 millones, de los que 7.100 correspondieron a la venta de pescado y el resto a otros ingresos. Mientras, los costes totales registrados en ese año fueron de 6.400 millones, de los cuales un 38% fueron costes laborales y un 24% correspondieron a gasto en combustibles.

Los progresos se deben al incremento del número de reservas pesqueras sostenibles, lo que ha llevado a una mayor productividad, en particular en el Atlántico noreste, el mar del Norte y el mar Báltico. También influyó el hecho de que la intensidad del uso del combustible cayó un 20% entre 2009 y 2014.

El valor añadido bruto (GVA, por sus siglas en inglés) creció un 11% con respecto a 2013, hasta los 3.700 millones de euros.

No obstante, aunque la flota comunitaria en su conjunto fue rentable en 2014, un total de diez Estados miembros (Bulgaria, Chipre, Grecia, Malta, Bélgica, Croacia, Lituania, Polonia, Finlandia y Suecia) registraron pérdidas netas, por lo que el estudio deduce que hay "espacio" para mejorar en el plano económico.

España registró, por contra, un margen de beneficio neto del 16,5%, el tercer porcentaje más alto de la UE solo superado por Eslovenia (35,7%) y Reino Unido (18,3%).