Las obligaciones para la flota española al descargar en los puertos aumentarán desde del 1 de enero, porque se ampliará la norma de la Unión Europea (UE) que prohíbe los descartes, capturas no deseadas de peces que caen en las redes y después se arrojan muertos o moribundos al mar.

Se impondrá a la pesca de rape con el arte de rasco en el Cantábrico y noroeste; en el Mediterráneo, para merluza y salmonete de ciertos buques que tengan unos umbrales determinados de captura, basándose en datos de campañas anteriores.