La delicada situación del pez espada en el Mediterráneo centro las principales discusiones de la reunión anual de la Iccat. Con una fuerte presión parte de las ONGs, la comisión adoptó someter la pesquería a un plan de recuperación que introduce, por primera vez, un Total Admisible de Capturas (TAC) para la especie.

En concreto, se acordó un cupo de 10.500 toneladas que se irán reduciendo progresivamente y se aumentó la talla mínima de capturas, hasta 100 centímetros. Además, incluye una veda en los meses de enero a marzo (en lugar de en otoño).

Por otro lado, en relación al atún blanco del Atlántico norte, el TAC se mantiene en 28.000 toneladas para los próximos dos años, aunque se fija la posibilidad de aumentarlo a 30.000 para los dos siguientes. Sobre el atún rojo del Este y Mediterráneo, se pactó una subida del 20%, lo que deja una cuota a España de 4.243 toneladas.