El informe del Instituto de Estudios Europeos Salvador de Madariaga (IUEE) sobre las posibles consecuencias del Brexit en el sector pesquero gallego contempla un riesgo elevado para la flota de empresas gallegas que operan bajo bandera británica en aguas del Reino Unido y también en Malvinas. Entienden los expertos que situaciones como las del caladero del Atlántico Sur pueden convertirse "en un quebradero de cabeza" a la hora de afrontar las negociaciones, mientras que en el caso de las aguas comunitarias, los barcos abanderados allí "podrán ver cerrado su acceso" o "cuestionada su condición británica".

El grupo liderado por José Manuel Sobrino Heredia, que realizó la investigación a petición de la Consellería do Mar, destacó en 117 páginas todas las problemáticas y escasas ventajas a las que se va a enfrentar el sector gallego. Así, cree que "la retirada de uno de los países que más se ha beneficiado del sistema de reparto de las posibilidades de pesca" podría "ser la ocasión de revisar" el criterio de estabilidad relativa. "Abre jurídicamente la puerta" a que esto pueda cambiar, lo que "podría beneficiar al sector pesquero gallego".

Por otro lado, para la flota que opera en aguas jurisdiccionales británicas le espera un "posible escenario" en el que se hará "necesario la firma de un Convenio de pesca". Además, significará la "posibilidad real" de perder el pabellón británico, además de una "mayor complejidad y costes" por las "diferentes regulaciones entre Reino Unido y la UE". Sin embargo, apuntan también que los empresarios "podrían plantear demandas de indemnización" en casos de ser expulsados.

El caso de Malvinas es aún más complicado por las relaciones entre Reino Unido y Argentina. Los expertos no creen "que se apueste por la firma de un acuerdo pesquero" con el Gobierno insular, porque esto "supondría un reconocimiento de la soberanía de Reino Unido" sobre las islas. Como solución, el informe apunta que estaría bien incluir un "anexo" a ese "futuro acuerdo pesquero entre la UE y Reino Unido" con una "mención" a la pesca "en aguas de territorios de ultramar británicos". Además, los productos que lleguen de allí tendrán que "enfrentarse a los aranceles aduaneros" de la UE, al ser de un tercer país, "perdiendo competitividad".

Otras consideraciones

El amplio estudio indaga también en otras consideraciones que afectan al sector pesquero. Así, los trabajadores gallegos del mar se verán afectados por "el fin de la libre circulación de personas", además de las posibles "restricciones a los permisos de trabajo".

Por otro lado, la salida del país de la UE "supondrá una disminución del presupuesto de la Unión Europea que se reflejará en el montante de los fondos europeos y, entre ellos, en el FEMP".

En cuanto a las negociaciones con organizaciones pesqueras o terceros países en los que Reino Unido figuraba dentro de la UE como una única parte, ahora se verán obligados a realizar dos negociaciones: por un lado, entre ellos, y en segundo lugar, con los terceros Estados. Sin embargo, los expertos creen que esto será difícil y "probablemente" el Reino Unido busque "otras alianzas que le resulten más rentables económica o políticamente".