La flota de Marín que opera en Mauritania tiene prohibido faenar en aguas del país africano desde hoy. Los tres buques que pescaban merluza allí se ven obligados a buscarse un nuevo caladero tras agotar las 6.000 toneladas de cupo previsto por el acuerdo firmado ente la Unión Europea y Nuakchot (capital mauritana). Ahora, los barcos se dirigirán a Marruecos para poder seguí faenando y acabar el año.

Según explican desde la Asociación Nacional de Cefalopoderos (Anacef) -que aglutina a los buques expulsados en 2012- estos tres arrastreros iniciaron la pesca en aguas del país magrebí en diciembre del año pasado, con lo que campaña se puede dar por buena al haber llegado hasta el 7 de noviembre con cuota. Ayer tan solo restaban unas 16 toneladas por pescar del total, que alcanzaron a cubrir a lo largo de la tarde.

Ahora, estos tres barcos se dirigirán a otro caladero para poder continuar la actividad hasta final de año: Marruecos. El país vecino a Mauritania es otro de los destinos que la flota tuvo que buscarse tras la negativa de Nuakchot a que la flota europea explotase sus recursos cefalopoderos. Así, el próximo día 15 entrarán en el caladero marroquí para continuar con la pesca de especies demersales.

Comisión mixta

Precisamente ese día comenzará la reunión de la Comisión mixta entre la UE y Mauritania, para lo que representantes de Anacef acuden hoy a la reunión preparatoria en Bruselas. Allí esperan obtener una respuesta por parte de los científicos en el apartado de las licencias para la pesca de merluza una vez "olvidada" la reclamación de volver a pescar pulpo allí. Eso sí, esperan también que se de el visto bueno a la pesca de cefalópodos de forma accesoria.

Igualmente, el sector se encuentra a la espera de una respuesta por parte del país africano sobre las tasas que tienen que soportar los buques por desembarcar sus capturas allí y también por los retrasos para poder abandonar el caladero. En el primer caso, Anacef señala que los costes pueden llegar hasta 90.000 euros por barco al año. En el segundo, denuncian que pueden llegar a estar casi una semana esperando el permiso para poder abandonar las aguas de Mauritania debido a la abundante burocracia.

Esta y otras medidas quedarán claras tras el informe científico realizado en los últimos meses sobre la situación de los stocks en el caladero.