Las previsiones que el propio sector mitilicultor había realizado se cumplen. La presencia de fitoplancton portador de biotoxinas marinas sigue en aumento en las rías gallegas, y esto, aunque se trate de algo completamente natural, genera el progresivo cierre de bateas de mejillón, en lo que parece una escalada inevitable hacia una prohibición generalizada de la extracción.

Ayer se cerraron cinco polígonos más, uno de ellos en Vigo y los cuatro restantes en la ría de Arousa. De este modo ya son 30 los inoperativos en Galicia, frente a los 22 que continúan abiertos, aunque parece que por poco tiempo.

La ría más castigada vuelve a ser la de Pontevedra, con sus ocho polígonos temporalmente clausurados por las biotoxinas, mientras que la de Vigo tiene seis cerrados y otros tantos aún disponibles, uno en Cangas y los demás en Redondela.

En Arousa son once los que están ahora sin actividad -hasta que el nivel de células vuelva a bajar-, lo que significa que hay catorce en los que aún es posible sacar producto para su comercialización.