La popularmente conocida como "marea roja" ha vuelto. Hace unos días el Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino (Intecmar) prohibía la extracción de mejillón en bateas fondeadas en las rías de Vigo y Pontevedra, más concretamente en aguas de Cangas. Pero aquello, como se advirtió entonces, era solo el principio.

Con la inestimable ayuda de la inestabilidad meteorológica vivida durante el fin de semana, pues sigue entrando en las rías el fitoplancton portador de biotoxinas que se acumula en la plataforma continental, ayer se cerraban de golpe los cuatro polígonos de O Grove, situados en la boca de la ría arousana, además de uno de los de Bueu.

Todo esto se antoja, como avanzó FARO la semana pasada, el anuncio de la llegada de un nuevo episodio tóxico que pronto podría cerrar la práctica totalidad de los parques de cultivo flotantes, sobre todo si se intensifican los vientos del sur y las lluvias.

El "otoño duro" que algunos bateeiros pronosticaban hace ya un par de meses parece haber llegado, aunque lo peor es que la campaña de Navidad puede verse truncada. Afortunadamente el trabajo en septiembre y lo que va de octubre ha sido intenso en los puertos gracias a las inusuales condiciones meteorológicas reinantes hasta ahora.

A estas alturas hay 14 polígonos cerrados en Galicia, uno de ellos en Ares-Betanzos, los cuatro citados de Arousa, el de Corme, cinco de los ocho de Pontevedra y tres de los doce habilitados en la ría de Vigo.