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Luz Baz: "El convenio 188 hará difícil la contratación ilegal y algunos gallegos podrán recuperar su empleo"

"España perdió una importante oportunidad para liderar la ratificación de este acuerdo como Estado de referencia en el sector pesquero" - "El 188 es todavía un pacto de mínimos"

Luz Baz, ayer en el puerto vigués. // José Lores

La Unión Europea dio luz verde el pasado jueves al llamado convenio 188 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que mejorará las condiciones laborales de las tripulaciones de todo barco comunitario. Luz Baz, inspectora de la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (ITF), se ha encontrado con muchos casos de abusos a trabajadores en el sector pesquero. Tanto, que la propia ITF celebra en Vigo un curso de formación para inspectores la próxima semana. A su juicio, la ratificación es una gran noticia para el sector.

- La UE ha ratificado el convenio 188 de la OIT para los trabajadores de la pesca. ¿Cree que llega tarde o mejor tarde que nunca?

- En 2012 los interlocutores sociales (ETF y Europeche) firmaron un primer acuerdo subrayando la importancia del convenio 188 de la OIT en la pesca y en 2013 firmaron una resolución para instar a las instituciones europeas a proseguir su aplicación y no es hasta estos días cuando el Consejo de la UE ha aprobado, por fin, una directiva que no será efectiva hasta la próxima reunión del Consejo y que no entrará en vigor hasta que lo haga el propio convenio 188. Sí, creo que llega tarde, pero creo también que es una herramienta necesaria y urgente.

- Está creado desde 2007. ¿Por qué se ha tardado tanto?

- Sí, y hay que destacar que esta es la única agencia de las Naciones Unidas de carácter tripartito. Si bien el hecho de que la adopción dependa de los intereses y criterios de representantes de empleadores, trabajadores y Estados puede dilatar la adopción, en mi opinión su ratificación y entrada en vigor debiera ser más ágil, considerando que los diferentes intereses han sido expuestos y evaluados durante el proceso de redacción del texto. España perdió una importante oportunidad para liderar la ratificación como Estado de referencia en el sector pesquero.

- ¿En qué verán mejorada su situación los marineros gallegos?

- El convenio cuenta con una amplia flexibilidad. No obstante, el objetivo final es que sirva para todo tipo y tamaño de pesquero y que proporcione protección a los trabajadores del sector a nivel mundial. Ello incluiría a los gallegos. De todos modos hay que resaltar que, siendo de aplicación la legislación del Estado del pabellón, aquellos embarcados en buques españoles estarían ya sujetos a nuestra legislación en cuanto a condiciones de contratación, seguridad social, etc... A mi entender, pese a ser muy necesario, el convenio 188 es todavía de mínimos, por lo que para la mayoría de los tripulantes gallegos esto no debiera suponer una gran novedad. Sin embargo, sí confío en que la entrada en vigor y exigencia de cumplimiento global haga más difícil y menos rentable la contratación ilegal de tripulantes extranjeros y, por lo tanto, algunos gallegos puedan recuperar su empleo a bordo y demostrar sus enormes dotes y cualificación para esta profesión.

- ¿Qué tipo de casos se van a poder evitar gracias a esto?

- A lo largo de mis años de experiencia como inspectora y participando en proyectos de la ITF en otros países, de Asia y África principalmente, he visto situaciones que vulneran los derechos humanos más elementales, en los peores escenarios situaciones de trabajo forzoso, trabajo infantil y tráfico ilegal de personas. He visto contratos de tripulantes (no comunitarios pero trabajando en nuestras flotas y/o en nuestros puertos) de 18 y hasta 24 meses sin vacaciones, salarios de 200-300 dólares al mes, horarios de trabajo de hasta 48 horas sin descanso que conducen a la fatiga del trabajador y ponen en riesgo la vida de los tripulantes y la propia seguridad del barco; he atendido a tripulantes que no cobraban sus salarios durante meses y no podían volver a su país porque el armador (o el agente privado de embarque, en muchas ocasiones) les retenía la documentación y obligaba a pagar el viaje de su relevo... Algunas de estas situaciones podrían considerarse de carácter delictivo, muchas de ellas están reflejadas en el convenio de la OIT 188 y también en los convenios de la Organización Marítima Internacional (OMI) sobre formación (que entró en vigor recientemente) o el convenio de Torremolinos, de 1978, sobre seguridad de los buques pesqueros que todavía no ha entrado en vigor.

- ¿Cuál es la experiencia, hasta la fecha, con algunos buques de Opagac? ¿Cree que más flotas deberían hacer lo mismo?

- Albacora, una de las empresas de Opagac y líder en el sector atunero, firmó en 2015 un convenio colectivo con la ITF y UGT, que ha sido renovado este año. En el mismo se formalizan las condiciones de trabajo para los tripulantes no comunitarios y se abre un canal de trabajo para la resolución de los conflictos que puedan surgir. Para la ITF, y para mí como inspectora, una protección efectiva para el trabajador pasa por la firma de convenios que proporcionen una cobertura real a los tripulantes. La experiencia con Albacora está siendo muy positiva para ambas partes; creo que han demostrado aquí también su liderazgo y marcado el futuro para otras empresas. Hemos entablado ya contactos con algunas otras empresas asociadas a Opagac, como Garavilla y Calvo y esperamos que estas y otras puedan sumarse en breve a este modelo de buenas prácticas.

- ¿Cree que de esta forma desaparecerán esas empresas que "trabajan mal" y que las que lo hacen bien destacarán?

- Sin duda, la rigurosa aplicación de los términos del convenio por los Estados del pabellón, pero también por los Estados del puerto ayudará a combatir las flotas sub-estándar. Hay que recordar que existen varios estudios que demuestran que existe un claro vínculo entre la pesca ilegal y los abusos hacia los trabajadores. El camino hacia una sostenibilidad integral (ambiental, económica y social) debiera dejar fuera de juego a todos los armadores y agencias de embarque oportunistas, sin tradición pesquera y sin escrúpulos. Se trata de un sector ampliamente subvencionado, pero los beneficios raramente llegan al trabajador. Entiendo que es responsabilidad de las administraciones asegurarse y garantizar que las ayudas lleguen a empresas responsables, las cuotas se repartan entre ellas y se establezca un régimen sancionador eficaz.

- En una entrevista hace un año decía que las contrataciones se hacen con poco control, sobre todo de trabajadores extranjeros. ¿Revertirá esto la situación?

- Entendemos que la aplicación rigurosa del convenio 188 ayudará a revertir las contrataciones ilegales. Entre otras cosas, el convenio refuerza la responsabilidad de los Estados de bandera, empodera a las administraciones de los Estados del puerto y requiere que exista regulación y control para las agencias privadas de contratación.

- ¿Qué queda ahora por mejorar en el mundo de la pesca en materia laboral?

- Cuando entre en vigor el convenio, queda una fase muy importante y clave para su éxito, que es su implementación efectiva. Hay que tener presente que el sector pesquero forma parte también de la economía global, por lo que no tendría el efecto deseado de garantizar unas condiciones dignas a nivel global si no se controlan las condiciones de los buques en las zonas de pesca, descarga y de mano de obra de los tripulantes. Asimismo, debería controlarse la sostenibilidad desde el punto de vista social también para los productos que entren en nuestro mercado. Para la ITF, la protección real y el desarrollo de nuevos modelos laborales que se basen en la legislación nacional e internacional intentando mejorarla pasan por la firma de convenios colectivos. Los sindicatos tienen también una importante labor que hacer en el sector pesquero. Hay materias no recogidas por el convenio 188, como los salarios mínimos, que son meras recomendaciones. Creo que se debería concienciar al consumidor, es reconocido unánimemente que el trabajo en la pesca es una de las ocupaciones más arriesgadas y peligrosas, pero, a pesar de que el término "sostenibilidad" ha estado presente durante varios años, es muy pobre el conocimiento que tienen los consumidores sobre el coste humano que supone el abastecimiento de pescado.

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