La cuota española de merluza se redujo un 52% desde la entrada de España en la Unión Europea. En ese periodo, la flota sufrió unas pérdidas de entre 156 y 192 millones anuales. Así lo afirmó ayer el profesor de Economía de la Universidade de Santiago de Compostela, Sebastián Villasante, durante su ponencia en las jornadas Puntos clave de la Política Pesquera Común (PPC) para acabar con la sobrepesca, celebradas en A Coruña.

Villasante se centró en las consecuencias socioeconómicas de los recortes de cuotas y políticas como la prohibición de descartar pescado, que costará 11 millones anuales a los 1.000 barcos gallegos artesanales que utilizan artes de betas, y apostó por sistemas de cogestión para organizar la explotación de las pesquerías. El experto recordó, no obstante, que las cuotas asignadas a España superan en una media del 37% las recomendaciones científicas.

El evento, organizado por Ecologistas en Acción y celebrado en la Domus, también contó con la participación de la bióloga y experta en gestión pesquera de la Fundació ENT, Lydia Chaparro, que afirmó que el 61% de las poblaciones de pescado del Atlántico noreste -que engloba tanto aguas peninsulares como otros caladeros más al norte en los que pesca la flota gallega- están por debajo de un nivel de biomasa "seguro", según datos de la Comisión Europea. "Por si fuera poco, el 48% de esos stocks está sobreexplotado y esta cifra aumentó un 10% en los últimos dos años", añadió. Se trata de un dato que ya publicó en su día la organización ecologista Oceana, también presente en el encuentro de ayer.

El investigador del Instituto Español de Oceanografía (IEO), Pablo Carrera, explicó por su parte el método de evaluación científica de las especies y habló sobre la situación actual de algunos de los recursos más importantes para la flota gallega. El experto destacó una tendencia general de "mejora", aunque con excepciones, como la cigala o el jurel del Cantábrico, especie para la que la comunidad científica recomienda un recorte del 45% de cara a 2017.