La Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA, por sus siglas en inglés) levantó el pasado viernes la prohibición provisional de volar de los helicópteros Eurocopter Super Puma H225 -además del modelo AS332- que mantuvo fuera de servicio al nuevo Helimer 301 de Salvamento Marítimo durante casi 130 días. Las autoridades europeas ordenaron el pasado 2 de junio la paralización de la actividad de estos dos modelos de aeronaves tras registrarse un accidente en el mar del Norte, en Noruega, en abril en el que fallecieron 13 personas, hasta conocerse las causas del siniestro.

Aunque la investigación del Gobierno noruego no está finalizada, el análisis de los aparatos realizado por Airbus Helicopters revela que la "causa probable" del accidente fue la rotura de una pieza de la caja de transmisión principal, que mostraba "fatiga y degradación" en la superficie.

La EASA opta porque todos los helicópteros operativos cuenten con una configuración "con menores niveles de estrés y mayor fiabilidad" que, con controles "estrictos" de otros elementos, permiten "un nivel aceptable de seguridad".

Las reparaciones que garantizan la vuelta a la actividad del Helimer 401 consisten en el cambio de un conjunto de engranajes de la caja de transmisión principal que debe ser reemplazado de forma periódica, antes de que supere los parámetros de vida útil establecidos. Además, numerosos elementos de los helicópteros -distintas piezas del ensamblaje o los filtros de aceite- deben revisarse diariamente o tras 10 horas de vuelo para comprobar que son aptos para el vuelo y garantizar la seguridad.