Entre el 80% y el 90% de las capturas de la flota atunera de la Unión Europea en aguas extracomunitarias -unas 340.000 toneladas anuales- se procesa en 12 fábricas localizadas en siete países de la organización de estados de África, Caribe y el Pacífico (ACP), según un reciente informe encargado por la Comisión de Pesca del Parlamento Europeo. El documento, elaborado por la consultora portuguesa MegaPesca, indica que los envíos a la UE de atún no procesado procedente de los tres principales caladeros del mundo -la costa africana del Atlántico oriental, el Pacífico y el Índico- disminuyeron de forma considerable en las últimas décadas a consecuencia de la "reducción de costes" en la industria comunitaria de procesado de pescado, que realizó "importantes inversiones" para deslocalizar parte de su producción.

Solo el 12,5% de las capturas anuales de atún en el Índico son destinadas de forma directa a la UE, mientras la mayoría se procesa en las islas Seychelles, Kenia, las islas Mauricio y Madagascar. La proporción asciende al 20% para el Atlántico, con la mayoría del pescado transformado en Ghana, Costa de Marfil y Senegal. En el caso del Pacífico, todas las descargas se procesan en Ecuador y Tailandia, indica el informe. Como consecuencia, 5.493 de los 14.660 puestos de trabajo que genera el la industria pesquera en estos países dependen de los desembarques europeos.

Las empresas que operan en la UE, no obstante, sí reciben productos ya tratados, como lomos, para su posterior transformación, por lo que se benefician indirectamente de estas capturas. El sector de procesado genera unos 10.831 puestos de trabajo en la Unión Europea, sobre todo en los sectores conserveros de España, Portugal, Francia e Italia.

El estudio, titulado Impacto de las Acuerdos de Asociación Pesquera en el Empleo de la UE y Terceros Países, hace un balance de estos pactos (FPA, por sus siglas en inglés), que permiten a los barcos comunitarios faenar en aguas de la Zona Económica Exclusiva de terceros países a cambio de una contraprestación monetaria. En estos momentos hay 14 protocolos de este tipo en vigor -nueve de ellos solo para la pesca de atún, dominante en estos caladeros-. Los más importantes, por nivel de inversión, son los de Mauritania (59 millones anuales), Marruecos (30 millones) y Groenlandia (17 millones), todos de tipo mixto. También existen varios acuerdos "durmientes", que estuvieron operativos y que pueden volver a reactivarse.

Empleos

El documento estima que los FPA generan un total de 6.467 empleos directos e indirectos en los 226 buques de la UE -144 de ellos pescan atún y grandes pelágicos- que operan en el marco de estos protocolos. 3.618 puestos son para ciudadanos comunitarios y 2.849 son para ciudadanos de estos terceros países. En este sentido, el informe critica la "falta de datos" para analizar las condiciones socioeconómicas de los trabajadores.

La flota comunitaria solo opera parcialmente bajo estos acuerdos, ya que gran parte de los caladeros también están en aguas internacionales, por lo que el empleo directo ligado a ellos decae. Por ejemplo, en el caso de los atuneros, solo 1.360 tripulantes de 4.611 dependen de forma directa de los FPA.

Las capturas comunitarias de túnidos procedentes de estos pactos ascienden a unas 94.000 toneladas anuales, el 28% del total, por lo que la contribución directa a la industria que opera en la UE sería de 11.000 toneladas anuales.