El arrastrero coruñés Crunia, con siete tripulantes a bordo, colisionó alrededor de la una de la madrugada de ayer, viernes, al noroeste de A Coruña, con el mercante alemán Bbcsteinhoeft, sin que se hubieran registrado daños personales. El pesquero, propiedad de un armador de Ribeira (que lo adquirió a su antiguo propietario coruñés) navegó por sus propios medios -acompañado de la embarcación Mirfak de Salvamento Marítimo que se había desplazado a la zona de colisión- hasta la dársena de Oza, donde a media mañana de ayer quedó atracado a la espera de que hoy pueda varar en Lazareto para ser revisado a fondo y reparar los daños ocasionado por el bulbo de proa del mercante bajo la amura de estribor, justo a la altura de la matrícula del Crunia. Por efecto de la colisión se rompió una válvula de la máquina del pesquero, motivo por el cual se desplazó también al lugar del incidente el helicóptero Helimer de Salvamento Marítimo con base en el aeropuerto de Alvedro.

A expensas de lo que ahora puedan determinar la inspección de buques y las compañías de seguros, la causa más probable del incidente se debió a la falta de entendimiento en la maniobra entre los dos navíos, ya que el pesquero acababa de arrancar motor después de haber realizado un lance en la zona en la que también faenaban media docena de barcos que se percataron del suceso.

El mercante continuó rumbo al norte tras un breve reconocimiento visual del Crunia, según explicó a este diario uno de los tripulantes del pesquero. Mientras, el arrastrero lo hizo, como se señala, en dirección al puerto de A Coruña.

El Bbcsteinhoeft, de casa armadora alemana, portaba una bandera de un país que los marineros del Crunia no supieron identificar, por lo que indicaron que lo más probable es que se tratase de una bandera de conveniencia.