El presidente del cerco de la ría de Vigo ha cambiado. No ha habido unas elecciones y no ha trascendido en demasía, pero Antonio González, de Cesantes (Redondela) y conocido como Tonacho, es el nuevo representante de la treintena de cerqueros que están dentro de la Cooperativa de Armadores de Vigo (ARVI). Lo hace en sustitución de José Manuel Saavedra, armador del Colomba Tercero.
-¿Se presentó o fue elegido por sus compañeros?
-No me presenté. La reunión fue hace un tiempo y mis compañeros me propusieron, por eso de que ya estaba retirado y tenía más tiempo. Tampoco me negué porque son compañeros de toda la vida y siempre me gustó poner mi granito de arena para que las cosas salgan como queremos los marineros.
-¿Y no afectará el hecho de que ya esté retirado?
-No, para nada, porque mi empresa sigue trabajando y aunque la lleven mis hijos sigo a cargo de ella. No el algo que vaya a afectar.
-Tendrá tan pronto pueda una primera reunión con ARVI. ¿Qué saldrá de ella?
-Aquí los puntos clave que toquemos siempre irán en base a lo que quieran los armadores. Siempre lo hicimos así. Para llevar una cosa a Santiago o Madrid, siempre nos reunimos y los que diga la mayoría es lo que manda. Es lo mismo que sucede en la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga).
-La flota del cerco de Vigo no es la más numerosa de toda Galicia. ¿Tiene menos peso?
-No, estamos todos en igualdad de condiciones. El único problema es general para toda Galicia: el reparto de cuotas que llega de Madrid. Tarde o temprano conseguiremos que cambie, pero como es un tema político irá despacio. Por lo demás, los únicos que se vieron beneficiados son los compañeros de la otra asociación, claro.
-¿Hubo roces por la creación de esa otra asociación del cerco, Cerqueiros Galegos (Cergal)?
-Los marineros, ante todo, somos marineros. Es decir, entre nosotros somos compañeros porque nos encontramos en el mar y nos ayudamos. Claro que este tema es otra cosa, porque algunos eran armadores que estaban con nosotros en Acerga. No quisieron ir con la mayoría. Como los echamos fuera algunos de ellos se unieron e hicieron esa asociación. Pero nosotros somos así: en tierra podemos hablar mucho pero en el mar somos todos compañeros.
-En cuanto a problemas concretos de la flota viguesa y de la provincia, el reparto de la anchoa para la zona IXa (de Fisterra al sur) deja solo un 1,14% de la cuota total de la zona. Acerga negocia con Andalucía para ver si ceden alguna parte. ¿Qué va a pasar?
-Por el momento solo sabemos que están en negociaciones. Ahora con este reparto solo podemos tirarla, aunque aún no apareció. El año pasado veíamos mucha anchoa y tuvimos que dejarla porque hay unas multas que meten miedo. Tenemos compañeros a los que les metieron hasta 60.000 euros de multa. Y no por ser pequeña, que era bien grande, solo por no tener cuota. Hay armadores que compraron barcos y tenemos tanto miedo con esa pesquería que ni la tocamos. Hay que dejar pasar el dinero.
-Luego está el tema de la sardina, que al final ha aumentado la cuota pese a que los científicos no lo recomendaban?
-Sí, la aumentaron, pero? Un barco coge unas cajas de sardina y ya no puede coger más en toda la semana. Entendemos que hay que recuperarla pero recuerdo cuando había años en los que escaseaba la sardina y otros en los que sobraba. Ahora, uno de los problemas que vemos es que hay muchos arroaces que acosan a las sardinas, rompen los aparejos? Son manadas grandes y echan a la especie hacia aguas profundas.
-Por último, sustituye en el cargo a José Manuel Saavedra en la presidencia. ¿Cambiaría algo de lo que hizo él durante su mandato?
-No, porque José no hizo nada que no quisiéramos el resto de armadores. Además, desde que nos incluimos en Acerga todo se hace de una forma más centralizada. Ahora lo que decidimos allí todos se lo transmitimos a la cooperativa. Nos reunimos cuando hay un problema o hay que discutir algo, pero eso no va a cambiar nada.
