Más de un centenar de personas, a bordo de una veintena de embarcaciones que partieron a las cuatro de la tarde de Cangas, Vigo y otros puertos de la ría, participaron ayer en un emotivo homenaje a Francisco Borja Alonso y Filipe Manuel de Brito Carvalho, los dos marineros que desaparecieron el 29 de enero cuando pescaban lubina a bordo de la embarcación Látigo en las proximidades del islote de Boeiro (también conocido como Agoeiro), situado a menos de una milla al sur de las Illas Cíes.

Sus cuerpos no fueron recuperados a pesar de la intensa búsqueda y ayer fueron sus familiares y gentes del mar, sobre todo percebeiros de la cofradía de Cangas, los que regresaron a la zona para depositar una corona de flores sobre la cruz con sus nombres grabados levantada en la roca y asistir a una misa de campaña oficiada por Severo Lobato, párroco de Cangas e Illas Cíes desde el barco Novo mírame ben. Tras la ceremonia religiosa, sembraron de flores el mar.

La convocatoria tuvo una respuesta solidaria y las embarcaciones se encontraron a media tarde , donde fondearon y permanecieron abarloadas mientras la planeadora Bucéfalo, con varios familiares y percebeiros (entre ellos Julio Alonso, expatrón mayor de la cofradía de Vigo y padre de Borja, así como un tío de este) salía hacia el islote para realizar la ofrenda en la cruz A bordo del pesquero Karolo se encontraban varios familiares de ambas víctimas, entre ellos la viuda de Borja Alonso, que estaba embarazada cuando sucedió la tragedia. El patrón mayor de la cofradía de Cangas, Javier Costa, y el gerente, David Fernández, así como decenas de trabajadores del colectivo de marineros con los que los dos desaparecidos compartieron oficio .