Las reservas de sardina en aguas ibéricas del Atlántico (Golfo de Cádiz, Portugal y Cantábrico Noroeste) se encuentran en el nivel "más bajo" de su historia, según un informe del Observatorio de la Pesca y de la Acuicultura de la Comisión Europea (CE) publicado ayer. El estudio destaca la caída "considerable" de la especie en la última década, ya que, según la CE, la biomasa se redujo un 71% en estos caladeros durante ese periodo.

El documento también señala que, entre 2004 y 2014, la mayoría de los países de la UE que pescan sardina sufrieron caídas en las capturas de esta especie, excepto Croacia e Italia. En el caso de España, las capturas disminuyeron un 30%. La mala situación del stock de sardina atlántica ya llevó a la creación, en 2014, de un plan de gestión conjunto para España y Portugal, con un máximo de capturas de 14.000 toneladas para este año.

La CE resalta que la UE registró en 2015 un déficit de 100 millones en el comercio de sardina, debido principalmente a la importación en conserva, aunque también, en menor medida, por las compras de género congelado para abastecer a las industrias de transformación. Marruecos es el primer proveedor de sardina congelada y en conserva a la UE.

La CE indica, además, que la industria transformadora de este pescado es "importante" en la mayoría de los países del sur de Europa. Sobre todo en España, que elaboró unas 16.000 toneladas de productos de sardina en 2014.